La profesora y opositora cubana Omara Ruiz Urquiola tuvo la oportunidad de ganarse una beca del Programa para Estudiosos Cubanos Amenazados en las Humanidades, concedida por el Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida (FIU), en mayo pasado. Sin embargo, no puede acceder a la misma porque USCIS le negó la visa de estudios.
Según la agencia migratoria, la negativa se debe a que se venció la fecha de la carta de invitación que FIU hizo para la académica.
Mientras por su parte, Omara aclara que ella no es una exiliada, sino simplemente que el régimen no la deja entrar a su país.
Ruiz Urquiola debía ingresar a la beca de estudios en el curso 2023-2024, pero no pudo hacerlo.
A juicio de la disidente no ha podido sortear las trabas burocráticas, pues no puede viajar a Cuba, porque le impiden la entrada, y por otra parte ella no desea tener un estatus migratorio en Estados Unidos.
Omara confirmó al portal de noticias CiberCuba, que ella no se exilió.
“A mí no me han dejado regresar”, puntualizó.
La activista detalló que para entrar a estudiar a FIU necesita una visa J1 (para estudiantes internacionales), el Instituto de Investigaciones Cubanas (CRI, por sus siglas en inglés) cometió un error en el pago a USCIS, y el proceso se vio obstaculizado.
Las esperanzas se disiparon aún más cuando caducó la última invitación de la universidad (DS-2019), y la agencia gubernamental le negó la visa.
En cuanto al estatus migratorio de Omara en EEUU, ella asegura que no tiene ningún estatus legal en el país, y que la última extensión de su visa de turismo la hizo en enero de 2023.
Ruiz Urquiola, quien fue una de las acuarteladas del Movimiento San Isidro a fines de 2020, pide que se investigue la implementación que ha hecho el CRI del Programa de becas Mellon para estudiosos cubanos de las humanidades amenazados.
Del mismo modo indica que la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado debería de cumplir con su palabra.
Para la profesora el hecho de que no pueda acceder a su beca se trata de una vulneración a sus derechos, al tiempo que agrega que no ha habido transparencia institucional para con su caso.
“No es una beca para estudiosos de temas cubanos, tampoco lo es para activistas. Responde a la política de cancelación de la dictadura contra académicos y artistas que hemos sido marginados, apartados, despojados de nuestros campos de estudio y creación”, acotó.