Tal y como pronosticaron los meteorólogos estadounidenses después del pasó del poderoso huracán Beryl por áreas del Caribe, México y Texas, dejando destrozos y decenas de muertos el océano Atlántico se mantiene con pocas novedades. No obstante, como consecuencia de la humedad y otros factores como la energía se formaron dos nuevas ondas tropical, una de ellas se prevé afecte a parte de las islas caribeñas y después atraviese el estado de la Florida con rumbo al norte.
El polvo del Sahara presente todavía en gran parte del océano y la masa de aire seco contribuyen a que las aguas mantengan temperaturas altas, lo que facilita a que la onda tropical se siga desarrollando a corto plazo. Que significa esto, que las áreas débiles de baja presión durante su desplazamiento hacia el oeste traen consigo abundantes lluvias y tormentas eléctricas.
El experto principal en huracanes de AccuWeather, Alex DaSilva que a pesar de que no sea un huracán traerá bandas de nublados con fuertes lluvias y tormentas eléctricas para el estado del sol. «Si bien no esperamos que este sistema se organice y se fortalezca, traerá lluvias localmente fuertes a Florida desde el domingo hasta quizás el martes en algunas áreas».
Una de esas ondas tropicales la localizaron los expertos la localizaron en el centro del Atlántico y es la que debe cruzar las islas de Sotavento en el día de hoy jueves para continuar su traslado hacia el oeste de las Islas Vírgenes hasta Puerto Rico mañana viernes. El fin de semana avanzará rumbo oeste-noroeste cerca de La Española y el sur de las Bahamas.
El domingo se ubicará según los expertos de AccuWeather al sur del estado de la Florida y afectará también con numerosas precipitaciones y tormentas eléctricas que provocarán inundaciones en zonas costeras del territorio y las islas aledañas. Las autoridades no descartan la formación de alguna que otra tromba marina tras el paso de este evento meteorológico.
Durante el paso de la onda tropical se pueden presentar cortes eléctricos eventuales en algunas zonas debido a las ráfagas de viento. Por otro lado, las lluvias serán beneficiosas en localidades del centro y norte del estado. Otros territorios del país del sureste probablemente contarán con algo de humedad por esos días por el desarrollo de la onda tropical. Esto provocará que otros estados también se afecten por pocas inundaciones repentinas, pero contribuirán a disminuir la sequía de algunas zonas.
Justo como se previó hace algunos días con el paso de Beryl, la formación de tormentas ha hecho una pausa, pero siempre se van a formar otros sistemas en la cuenca del Atlántico en un abrir y cerrar de ojo. En la temporada invernal la Oficina Nacional de Administración Atmosférica de EE.UU. (NOAA por sus siglas en inglés) alertó sobre una temporada más activa de lo normal.
En un inicio señalaron que alrededor de 17 y 25 tormentas se formarían en el océano del Atlántico y que algunas de ellas se convertirían en poderosos huracanes. No obstante, a mediados de este mes varios expertos de la universidad de Colorado (CSU) concluyeron que la lista de tormentas tropicales con nombre se incrementaría.
“Hemos aumentado ligeramente nuestro pronóstico y seguimos pronosticando una temporada de huracanes extremadamente activa en el Atlántico en 2024”, destaca el Departamento de Ciencias Atmosféricas del centro de altos estudios, quienes consideraron adicionar dos tormentas con nombre y un nuevo huracán en la previsión de la NOAA.
Las condiciones climatológicas es la principal fuente de formación de estos eventos ya que las elevadas temperaturas de la superficie del mar son proclives a permitir un ambiente termodinámico que facilita la formación y desarrollo de las tormentas tropicales. A ello súmele la incidencia de La Niña/Oscilación del Sur (AENOS) en el pico de la temporada 2024 en el Atlántico que resulta en pocos vientos en la zona. Otro de los factores es la reducción de los vientos alisios en el Atlántico y una menor cizalladura del viento.