Representantes de grupos opositores de dentro y fuera de la isla se reunieron este viernes en Miami para ratificar, una vez más, el Acuerdo por la Democracia en Cuba.
El evento tuvo lugar en horas de la tarde del viernes en la emblemática Torre de la Libertad en el Downtown de Miami.
El propósito del encuentro es denunciar la ilegitimidad del gobierno dictatorial de La Habana, solicitar la liberación de los presos políticos del castrismo como también hacer un llamado a elecciones libres y democráticas en la isla.
Ante unas 400 personas, varios de los firmantes del Acuerdo defendieron el derecho de todos los cubanos a la igualdad ante la ley, y denunciaron la incapacidad del régimen castrista para “garantizar la libertad y la justicia” y promover el “bienestar general y la solidaridad humana «en la nación cubana, que reconoce como una sola, representada» en el territorio nacional y en la diáspora «.
“Lo importante de un evento como este es que, sin pretender que todos los grupos de oposición al castrismo tengan los mismos programas, reconozca que el enemigo común es el castrismo y que esto no solo se muestre al pueblo de Cuba sino también a la comunidad internacional ”, dijo a Radio Televisión Martí el excongresista cubanoamericano Lincoln Díaz-Balart, quien en su discurso, además de explicar los pedidos del Acuerdo, evitó la falta de solidaridad histórica que tuvo el pueblo de Cuba.
La promotora de la campaña Cuba Decide, Rosa María Payá, destacó que el propósito del Acuerdo es «invitar a absolutamente todas las organizaciones de oposición y de la sociedad civil» a celebrar la «unidad de propósito de la oposición cubana con el pueblo cubano, en favor del cambio de sistema, del cambio democrático en Cuba «.
Entre las exigencias del Acuerdo están el derecho del pueblo cubano al “ejercicio del sufragio universal directo y secreto para elegir a sus representantes y el derecho a postularse para cargos públicos”, la legalización inmediata de “todos los partidos políticos y demás organizaciones y actividades de la sociedad civil”, hoy marginadas y reprimidas por el régimen, así como la formación de un “poder judicial independiente, imparcial y profesional”, y el reconocimiento de las libertades de expresión, prensa, asociación, reunión, manifestación pacífica, profesión y religión.
Entre los invitados estaban Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA); Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental; Dragos Dolanescu, político y psicólogo de origen rumano diputado a la Asamblea Nacional de Costa Rica; Blanca Reyes, activista del movimiento opositor Damas de Blanco; Sylvia Iriondo, presidenta de M.A.R. por Cuba; y Rolando Montoya, presidente interino de Miami Dade College.
(Fuente Martí Noticias)
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