Pedrito Martínez, otro joven actor cubano que emigra a EEUU, huyendo de la escasez y censura en la Isla comunista. A sus 25 años el artista estaba comenzando su carrera en Cuba, graduado del Instituto Superior de Arte (ISA), había trabajado en la serie televisiva Entrega en 2019, y en varias obras dramáticas con el grupo de teatro El Público de Carlos Díaz. Además de haber participado en las películas Los Frikis y Vicenta B de Carlos Lechuga.
Sin embargo, a fines de 2022 pudo llegar a Estados Unidos a través de una larga y peligrosa travesía, y desde entonces se ha asentado en San Antonio, Texas.
Entrevistado por el medio independiente Yucabyte, Martínez reveló que lo motivó a salir de Cuba, aun cuando su carrera como actor parecía estar en el mejor momento por su juventud.
«Lo que motiva a todos los cubanos a salir: la falta de TODO que hay allá. En todos los sentidos: económico, emocional… El cubano se siente muy mal por el hecho de que por cualquier cosa te quitan el internet, de que no haya comida en ningún lugar, de que te censuren tus propios trabajos después de que ya los aprobaron, después de que ya pusieron el dinero para rodarlo, después de que ya todo estaba bien, y de repente te censuren, te prohíban hacer otras cosas… «, indicó.
«No sé… Cuba tiene demasiados defectos. También me fui porque quería ayudar a mi familia, a mi mamá, a mi abuela, a mi bisabuela, a mi primo, a toda mi familia que está en Cuba. Soy la primera persona de mi familia que se va de Cuba», añadió.
El artista dice haber sentido la necesidad de emigrar para ayudar a los suyos, además del pesar diario que le estaba provocando ya vivir allí.
«Y me fui porque ya Cuba para mí no daba más. Yo en Cuba no podía seguir viviendo porque me sentía mal todos los días. Y por eso me fui, porque me sentía mal en el país en el que nací, es muy triste, porque es mi tierra, pero… nos están obligando a hacerlo: la policía, los presidentes, las leyes y la escasez de todo, desde sentido común hasta comida», subrayó.
De su vida en San Antonio, Texas comenta es muy tranquila, siendo esto lo que más le agrada, pero a la vez lo que más le cuesta aceptar como actor.
«No hay mucho movimiento y hay mucha tranquilidad. Eso me relaja. Lo que menos me gusta es lo mismo. No estoy acostumbrado a tanta tranquilidad», explica.
Ahora mismo su cotidianidad es trabajar, y estudiar inglés, esperando en algún momento tenga la oportunidad de retomar su carrera en el arte.
Pedrito tuvo la suerte de poder estar en el estreno de su película Vicenta B en Florida, durante la 40ta. edición del Festival de Cine de Miami…, y aunque es algo que agradece, haber podido estar para la premiere de la cinta, confiesa se preguntaba: «¿Qué se siente estar presente en el estreno de tu primera película en “la capital del exilio cubano” y no en Cuba?»
Sobre Miami, una ciudad que le recuerda sin duda su tierra natal detalló:
«Lo que más me gusta es que hay muchos cubanos y que me siento como en Cuba. Muchas personas hablando en español; veo muchos cubanos».
«Tengo muchos amigos allá y eso me encanta. Saber que puedo levantar el teléfono y poder ir a casa de cualquiera, que puedo salir con cualquiera. Y lo que no me gusta es que es muy caro», reconoció.
Al final de su entrevista dejó un mensaje para los millones de cubanos que todavía continúan viviendo dentro de la Mayor de las Antillas.
«Para los cubanos de la Isla es que hagan todo lo posible por irse de allí, y que regresen en algún momento cuando ya se hayan ido la partía de descara’os que hay ahí gobernando. Ese es mi consejo. Porque la vida en ese país es fatal», admitió.
«El otro consejo que pudiera darles es que lucharan por algo distinto, pero ya se ha intentado y nada. Yo no le pido al pueblo que se subleve, porque el pueblo no tiene armas y el Gobierno sí. Si hubiese forma de ganar sin armas hasta yo me voy para la calle, como lo hice el 11 de julio [de 2021], que también salí a la calle a gritar. Pero es muy triste ver a los policías golpeando al pueblo. Cubanos golpeándose entre ellos. Mi consejo es que se vayan o que cambien su realidad, pero si no pueden, que se vayan de ahí», concluyó.