Lastimosa la situación por la que están pasando los cubanos dentro de la Isla, la crisis de los medicamentos, no ajena al crítico panorama que vive el país en todos los ámbitos, es cada vez peor. Tanto así que un padre cubano salió desesperado a las calles de la capital clamando ayuda en la búsqueda de un medicamento para su hija enferma, así lo dio a conocer una usuaria de las redes.
Anyi Melek García, una joven habanera, publicó la foto del señor llamado Humberto de aproximadamente 50 años, que angustiado no tuvo más remedio que salir para intentar dar con el medicamento que necesita su familiar.
«Buenos días, este señor me lo acabo de encontrar por la calle gritando que busca Fenobarbital para su hijita que está enferma, y la tiene descompensada ahora mismo», escribió la mujer.
«Es la segunda vez que me lo encuentro, vive en el Municipio de Guanabacoa, el me pidió que hiciera la publicación y la compartiera, ojalá y yo tuviera el medicamento para dárselo. Aquí dejaré el número del señor 55093684, se llama Humberto», sentenció.
El fenobarbital o fenobarbitona es un barbitúrico, y se utiliza para tratar varios tipos de epilepsia, ya que funciona como sedante para las convulsiones. También se recomienda en algunos casos para el trastorno de ansiedad.
Cuba lleva años con una agravada escasez de medicamentos, son múltiples las denuncias recurrentes en redes sociales, por el desabastecimiento de fármacos para la hipertensión, tratamientos psiquiátricos, incluso para la mayoría de los cubanos de a pie acceder a un simple analgésico constituye un problema.
Ni siquiera en los hospitales o policlínicos del país cuentan con el material sanitario necesario o los medicamentos para tratar a los pacientes que llegan.
El sistema de Salud Pública gratuito del que tanto se vanagloria la dictadura está colapsado desde hace décadas. Y los familiares de los cubanos que se han exiliado en el extranjero tienen que hacer ingentes esfuerzos para hacer llegar a La Mayor de las Antillas donaciones de medicinas, de manera que sus seres queridos puedan contar al menos con analgésicos para los dolores, o vitaminas para reforzar el sistema inmune, en un país en el que cada día la precariedad alimentaria también es mayor.
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