Abelino Corrales por fin vio su sueƱo cumplido cuando, despuĆ©s de 30 aƱos, logrĆ³ encontrar a su hija polaca Karolina, fruto de su amor con Danuta Tarnawa, a quien conociĆ³ en 1985 en una fĆ”brica en la antigua Checoslovaquia.
SegĆŗn reporta Diario de Cuba, mientras que el cubano se encontraba en ese paĆs bajo un contrato de trabajo, conociĆ³ a quien seƱala como el amor de su vida y con quien tuvo una hija que lamentablemente a los dos aƱos dejĆ³ de ver porque tuvo que regresar a Cuba tras el fin de su contrato de trabajo.
DespuĆ©s de este suceso, Tarnawa regresĆ³ a Polonia con su hija donde no fue bien vista por haber dado a luz fuera del matrimonio, pero aĆŗn asĆ continuaron enviĆ”ndose cartas secretas durante 14 aƱos, hasta que un dĆa cesĆ³ inexplicablemente la comunicaciĆ³n.
Ā«AĆŗn asĆ, la pareja permaneciĆ³ profundamente enamorada y se comunicĆ³ a travĆ©s de cartas secretas transmitidas por un amigo. Pero despuĆ©s de 14 aƱos de comunicaciĆ³n, las cartas a Corrales se detuvieron abruptamenteĀ», refleja The Star, periĆ³dico que originalmente publicĆ³ la noticia.
Durante todo ese tiempo Corrales tratĆ³ de ubicar a su hija y mujer sin resultado alguno, hasta que casualmente su hermano, que trabaja como camarero contĆ³ la historia a un turista canadiense de origen polaco Andrzej Rozbicki, quien se sumĆ³ a la investigaciĆ³n.
Ā«Orlando me contĆ³ que su hermano, que ahora tiene 56 aƱos, nunca se casĆ³. Durante mĆ”s de 30 aƱos, estuvo buscando a travĆ©s de la embajada, de la Cruz Roja, de todo lo que podĆa. Que todavĆa se despertaba por la noche solo pensando que en algĆŗn lugar del mundo, tiene una hijaĀ», relatĆ³.
DespuĆ©s de reunir muchas pistas y pasar casi cinco horas diarias buscando la manera de hallar a Tarnawa, de quien se sabĆa vivĆa en un pueblo llamado Toremba, uno de los 30 que existen con ese nombre. Con suerte encontrĆ³ a un sacerdote que lo ayudĆ³ y logrĆ³ dar con el nĆŗmero de telĆ©fono de la tĆa de Karolina, quien se mostrĆ³ sorprendida ante la noticia.
Ā«Estaba convencida de que tenĆa familia en Cuba, de que mi padre habĆa seguido con su vida y que se habĆa olvidado de mĆ. Estaba completamente convencida de que (mi padre) ya no me busca mĆ”s, que la historia habĆa terminado, que volviĆ³ a CubaĀ», dijo la joven de 32 aƱos.
La razĆ³n por la que se detuvieron las cartas fue porque Tarnawa habĆa fallecido de cĆ”ncer, y aunque toda la aldea sabĆa que Karolina era hija de un cubano, aĆŗn existĆan muchos tabĆŗes con respecto al tema.
Este miĆ©rcoles Karolina y Rozbicki, junto a su esposa, viajaron a Cuba para conocer a su padre.Ā»Estoy aprendiendo a tener un padre, y es una sensaciĆ³n hermosaĀ», acotĆ³.