El 30 de noviembre de 2018 falleció Annie Becerra, de 23 años, como consecuencia de un fatídico accidente de tránsito y de la actuación negligente de las autoridades.
A raíz de este lamentable suceso los padres de ella interpusieron una demanda contra la policía del condado de Miami-Dade, logrando obtener, después de más de cinco años, una indemnización millonaria.
En tal sentido el padre de la víctima, Pablo Becerra, expresó: «Al menos se hizo justicia, al menos sabemos la realidad de lo que había pasado. A partir de ahí, no tenemos vida».
Según los familiares de Annie, ella era una joven amorosa, divertida y solidaria. Su madre, Odalys Fortes, la describió como «una niña muy contenta» y «muy cariñosa», mientras que su padre alegó que «siempre estaba alegre, ayudando a todo el mundo».
La noche en que ocurrió el trágico suceso Annie viajaba en el asiento delantero del vehículo acompañando a su novio que iba conduciendo. De acuerdo a lo consignado en los informes policiales este se encontraba bajo los efectos del consumo de drogas y alcohol, lo cual propició que ocasionara un choque múltiple que cambió por completo sus destinos y el de sus seres queridos.
El abogado de los padres de la joven, José A. Raposo, explicó la negligencia en que incurrieron las autoridades al presentarse en el lugar del hecho. Al respectó manifestó: «Cuando llega la policía y hace contacto con el conductor, él le pregunta: ‘¿Dónde está la mamá de mi niña?’. Eso hace que la policía regrese al carro y abra la puerta trasera, nunca abre la puerta del pasajero».
Desafortunadamente, los agentes nunca inspeccionaron la parte delantera del auto que era donde se hallaba la víctima herida e inconsciente. Asimismo, el abogado añadió: «En ese momento, el conductor dijo: ‘Seguro que la dejé en casa'». Como resultado, Annie permaneció una hora y 23 minutos dentro del carro sin recibir ningún tipo de ayuda.
En relación al trabajo policial, Odalys, un tanto enfadada, pero a la vez afligida por semejante pérdida, señaló: «Todos esperamos que en una historia así, la policía se convierta en héroes de la historia, y ver que en mi caso no fue así, es muy frustrante».
Tras un intenso y extenso proceso judicial, un juez determinó que, efectivamente, hubo negligencia por parte de la Policía de Miami-Dade y de la Patrulla de Carreteras de Florida en la labor desempeñada en este caso.
De tal manera, los progenitores de Annie y su hija de apenas dos años, recibirán 8 millones de dólares, una significativa cifra que, si bien jamás suplirá el enorme vacío que dejó la partida de la joven, al menos constituye un aliciente económico y sirve para calmar su sed de justicia, al concedérsele la razón a ambos padres de que quizás lo peor se podía haber evitado y que por la falta de cuidado de las autoridades, vivirán siempre con esa incertidumbre.