El Gobierno de Panamá anunció el martes que trasladará a unos 300 cubanos que llevan meses en una casa de la Iglesia Católica, en la capital, a un albergue estatal cerca de la frontera con Costa Rica, «mientras se estudia y define su situación», reportó EFE.
El Ministerio de Seguridad será el encargado de gestionar el traslado de los emigrantes irregulares que viven actualmente en la sede de la Pastoral Cáritas hasta el albergue de Los Planes, ubicado en el distrito de Gualaca, en la provincia fronteriza de Chiriquí, indicó la Secretaría de Comunicación del Estado.
Allí, los cubanos «recibirán alimentación y alojamiento temporal, mientras se estudia y define su situación», precisó el Gobierno.
La medida «se aplicará de manera excepcional a los emigrantes cubanos que quedaron en el país a partir del cambio de política migratoria en Estados Unidos», advirtió.
«Aquellos emigrantes que ingresen al territorio nacional de forma irregular a partir de la fecha, serán deportados o devueltos al país del cual provienen, en cumplimiento de la legislación vigente», precisaron el martes las autoridades de Panamá.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, que la semana pasada criticó las condiciones del albergue de Cáritas y dio un plazo de 30 días a la organización religiosa para cerrarlo, se reunió el martes con el presidente de la Pastoral Social, José Luis Lacunza, y el Arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.
«Si se van a quedar en el país más tiempo esperando algunas cosas, deben estar en un albergue más digno, y ese fue mi mensaje», insistió Varela el lunes.
(Con información de Diario de Cuba)