Pareja de cubanos reciƩn llegados es acusada de vender drogas en Miami

La venta de drogas en Estados Unidos es un delito grave que puede traer graves consecuencias legales. Los fiscales pueden intentar fijar otro cargo mĆ”s grave y es el de posesiĆ³n con la intenciĆ³n de vender, fabricar o entregar, dependiendo de lo que se poseyĆ³ y la cantidad de drogas que se encontrĆ³, como es el caso de una pareja de cubanos detenidos con grandes cantidades de sustancias controladas.

Los cubanos Merilyn Ponce y CristĆ³bal Torres de 20 y 26 aƱos respectivamente comparecieron en una corte de Miami-Dade por la posesiĆ³n y distribuciĆ³n de sustancias alucinĆ³genas. En la tienda de tabacos ubicada en el 2199 de la calle 20, noroeste de Miami, la pareja fue sorprendida por una operaciĆ³n encubierta de las autoridades, ocupĆ”ndose ciertas cantidades de sustancias, entre ellas 1.330 gramos de hongos alucinĆ³genos y 1.570 gramos de marihuana, asĆ­ como otros utensilios para el consumo de estos estupefacientes. 


Los dos cubanos a solo tres meses de su llegada al paĆ­s norteƱo, ya esperan que un tribunal se pronuncie sobre su culpabilidad, en la que pueden ser sometidos a varios aƱos de prisiĆ³n y abonar el monto de multas significativas. La marihuana y los hongos ocupados en este caso en particular, no son catalogados por las autoridades como muy peligrosos, pero, pueden ser ilegales en ciertas circunstancias. 

Los hongos alucinĆ³genos contienen sustancias psicoactivas que pueden alterar la percepciĆ³n y producir efectos que varĆ­an desde ilusiones, sinestesia y alucinaciones hasta paranoia, nerviosismo y temblor. TambiĆ©n se producen efectos emocionales que pueden ir desde la euforia y la sensaciĆ³n de trascendencia hasta la ansiedad extrema. Los efectos secundarios producen somnolencia, nĆ”useas, dolores abdominales, presiĆ³n sanguĆ­nea baja, falta de coordinaciĆ³n motora, sudoraciĆ³n, entre otros nada saludables. 

Sus efectos suelen durar de 4 a 6 horas y no se asocian con la dependencia fĆ­sica ni con la psicolĆ³gica, por tanto tampoco con la adicciĆ³n. Sin embargo, podrĆ­an agravar otros padecimientos que tenga la persona que los consume, mĆ”xime si es propensa a tener una enfermedad mental en el futuro. 


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