Randy Arozarena, pelotero cubano, considerado por la revista GQ uno de los “Hombres del Año” en México, país donde reside tras huir de Cuba; revista a la que recientemente contó sobre su peligrosa travesía hacia esa nación azteca:
“Como el hijo mayor, con 19 años, tuve que convertirme en padre de mis hermanos. Sentí que me iba a jugar mi vida por mi familia”, dijo el deportista, joven prospecto en Cuba, al contar sobre el fallecimiento de su padre.
Arozarena nació en Arroyos de Mantua, un pueblo pesquero en la provincia Pinar del Río, lugar donde comenzó a jugar fútbol desde pequeño “en los jardines del campo de béisbol”.
Cuenta Arozarena que “un día el entrenador de pelota le pidió alumnos al de fútbol para hacer su selección. Yo fui uno de ellos y desde chiquitico empecé a jugar bien. Representé a mi pueblito, después a mi municipio y mi provincia”, en ese tiempo comenzó a jugar pelota “sin zapatos, a veces los guantes me los prestaban”, no obstante a los 12 años comenzó su formación como pelotero.
A los 19 años le tocó vivir una dura experiencia, ver morir a su padre mientras presenciaba uno de sus juegos de béisbol (playoffs): “perdí a mi papá… me fue a ver jugar ese día, y estando en la grada falleció”.
Randy sabía que Arroyos de Mantua era uno de los principales puntos de salida para quienes deciden lanzarse al mar rumbo a México. Y tomó la decisión de hacerlo por el bien de su familia. A partir de ahí sintió el peso de la responsabilidad de su familia.
“Ese es mi primer momento de estar consciente de que realmente me la estaba jugando. Y fue entonces que me escapé de Cuba”
Cuenta que la Seguridad del Estado lo tenía vigilado porque sabían sobre su intención de abandonar el país, se dio cuenta que los entrenadores no lo seleccionan para encuentros internacionales a pesar de su talento, por lo que tomó la decisión de escapar de la isla.
“Nos fuimos al monte escondiéndonos de la policía y nos subimos a la lancha. Me fui a las tres de la mañana y, poco a poco, las condiciones se fueron poniendo peores. A pesar de eso, me quedé dormido mucho tiempo. Mi brazo tocaba literalmente el agua y había olas como de cinco metros. La parte delantera del bote se rompió y sentías que cualquier ola te podía sacar del bote. Se pasaba feo. Nueve horas después, a las 12 del día, llegué a isla Mujeres y ahí comenzó mi nueva historia en México”, dijo.
Una historia que en esa nación no comenzó fácil, estando en Mérida, se dio cuenta que no le iría del todo bien: “Mientras jugaba en la Liga Meridiana —un torneo semiprofesional— iba a antros y después a jugar. Me di cuenta de que eso no me iba a llevar a ningún lado. Llegué a México con un objetivo: ayudar a mi familia”, pidiendo ser trasladado a Tijuana, lugar que escuchó que era peligroso salir de noche, evitó hacerlo, enfocándose solo en su deporte.
En 2018 fue líder de la Liga Norte de México con 19 cuadrangulares y anotó 49 carreras. Al año fue invitado por los Cardinals de San Luis a su spring training y ese mismo año se dio un fugaz debut que terminó meses después.
“En enero de 2020, cuando me cambian de San Luis para Tampa Bay Rays, dije: ‘No sirvo para nada’. Sabiendo la calidad que tienes, dices ‘coño, ¿cómo me van a sacar?’. Pero entonces decidí voltear hacia adelante. Hice un gran spring training en Tampa y me sentía muy bien, pero llegó la Covid-19”, dando positivo al virus.
Tras su recuperación al Covid-19, a partir de ahí su trayectoria deportiva dio un giro positivo alcanzando siete jonrones en un mes, lo que le dio el pase para estar en los playoffs con los de Tampa.
En la postemporada de 2020 deshizo los récords de hits, home runs, bases recorridas y fue nombrado novato del año. Con sus actuaciones colaboró para que su equipo accediera a la Serie Mundial.
“Les voy a pedir un favor a todos mis seguidores. Mándenle un mensaje al presidente para que me dé mi nacionalidad, que me haga ese favor para representar a México en el Clásico Mundial. Eso es lo único que quiero”, dijo en sus redes sociales, con un mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Mi gente de mi Cuba Libre, la Patria que me vio nacer de donde tuve que emigrar para luchar y conseguir mis sueños y un futuro mejor para los míos… Siempre en mi corazón .. ¡LIBERTAD AL PUEBLO CUBANO!», dijo Arozarena en octubre del 2021.