Una llamada de alerta que hizo una mujer cercana a la familia de Nikolas Cruz, el autor de la masacre de Florida, muestra perturbadores detalles que el FBI ignoró.
Cruz le apuntó con un fusil a su madre y abrió en dos un ave viva en una mesa de la cocina de su casa. Además, cuando su madre murió, le robó dinero para comprar armas y, en varias ocasiones, expresó su deseo de matar personas, fue algunas de las cosas que le dijo la mujer al FBI el 5 de enero, un mes antes de la tragedia.
Fue la segunda pista de esta naturaleza que el FBI recibió acerca de Cruz, le dijeron el viernes agentes federales al Comité Judicial del Senado. A pesar de haber establecido una conexión con los dos reportes, el FBI no hizo nada.
La mujer que hizo la llamada dio por hecho de que algo iba a suceder y era cuestión de cuando lo haría.
Pese a las serias advertencias y a la alerta del FBI por una pista de septiembre de 2017 en la que también se decía que Cruz era un “asesino en potencia”, los agentes dijeron que el especialista del centro de llamadas y un supervisor decidieron no profundizar más en la investigación.
La mujer que llamó, le habló al FBI de varias cuentas de Cruz en las redes sociales, entre ellas una llamada “CRAZYNIKOLAS”, donde el joven colgó fotografías de sus armas y de animales mutilados y comentarios amenazantes como, “Quiero matar gente”.
La mujer, le dijo a los agentes que ella quedaba con la conciencia limpia, ya que temía que Cruz pudiera hacer algo, “como ir a una escuela y masacrar a los estudiantes”.