Áreas de la capital cubana donde se concentra el turismo están siendo altamente vigiladas por agentes del MININT e inspectores que asedian a vendedores ambulantes. Entre las zonas de mayor riesgo se encuentran los bulevares de Obispo y San Rafael; la Plaza de Armas, el Capitolio y el Parque Central y sus alrededores.
Los vendedores, con licencia para ejercer, denuncian que en el llamado casco histórico de La Habana Vieja la policía confisca las mercancías y arresta a los negociantes.
La Habana Vieja ofrece mejores compradores, sin embargo, un vendedor expone que “hay que ser ninja para que la policía no te agarre. Dicen que no podemos vender porque los turistas se llevan una mala impresión. Acabas de ver cómo se llevaron a uno que trataban de vender estampas artesanales del Ché, y del lado de allá (señala a la calle) las tiendas Artex las venden igualitas”.
La Oficina del Historiador de la Ciudad y el Consejo de Administración Municipal (CAM) del Poder Popular La actividad regulan estas para graduar el entorno, de acuerdo con una declaración de un trabajador de la Oficina del Historiador, y un reporte de Cubanet.
9 Comentarios