La unidad de «Casos sin Resolver», o «Cold Cases» de Miami Beach aún intenta identificar a una joven víctima que fue asesinada en la ciudad hace más de 30 años.
En 1988 la policía respondió a una escena del crimen en la habitación 227 de hotel Marco Polo en Collins Avenue. El cuerpo de un hombre joven yacía dentro de la bañadera sin vida con más de 10 puñaladas, cuando fue encontrado por una camarera.
Hasta el día de hoy, la identidad de la víctima sigue siendo un misterio. Inicialmente, fue identificado como un Bobby Copeland, un joven que posiblemente había escapado de casa. Testigos dijeron que había dicho que era de Nueva York y que vendía revistas en el área.
Sin embargo; las autoridades luego descubrieron que la víctima estaba usando un nombre y social de otra persona. Fue de esta forma que se le llamo John Doe, nombre habitual que se le da a las personas cuando se desconoce su identidad.
Desde 1988 la víctima ha sido John Doe, y ha estado en el sistema nacional de personas desaparecidas y no identificadas. La base de datos NAMUS utiliza ADN y otras tecnologías que van mejorando con los años para ayudar a resolver casos de personas desaparecidas en todo el país.
La policía espera ahora que una actual búsqueda con el ADN arroje resultados que puedan llevar a una identificación.
El asesino de John Doe, sin embargo, fue arrestado rápidamente. Se trató de un adolescente llamado Mark Robinson de Georgia que también se hospedaba en el hotel. Robinson se había escapado de casa, robando el auto y la colección de cuchillos de su padre. Fue arrestado en Las Vegas.
