Un hombre que vendía caramelos en una guagua en Cuba se ganó a los pasajeros con sus ocurrencias mientras pregonaba.
«Caramelos de Santa Lucía ¿Van a llegar a casa con las manos vacías?» pregonaba mientras la guagua que iba bien llena se reía de las frases.
«Caramelos con sabor cacao ¿Chofer esta es la guagua de los arrancao?» dijo.
La simpatía que provocó el vendedor lo llevó a vender casi todos los paquetes de caramelos y de la alegría puso a cantar a los pasajeros.