El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró al gobernador de Florida, Ron DeSantis que no enviará inmigrantes a Florida como se había planificado.
Funcionarios locales en los condados demócratas de Broward y Palm Beach informaron el jueves que los funcionarios federales les dijeron que esperaran al menos dos viajes a la semana con inmigrantes indocumentados de la frontera sur de los Estados Unidos.
La noticia cogió sorprendido a DeSantis, que tiene una relación cercana con Trump, y otros funcionarios del Partido Republicano. DeSantis dijo a los reporteros el viernes que el estado «no puede acomodar en Florida este grupo de migrantes ilegales.
«Afecta nuestros recursos, las escuelas, la atención médica, la policía, las agencias estatales» dijo DeSantis quien aseguró que el plan no provino de la Casa Blanca sino de una agencia federal.
El senador Marco Rubio (R-Fla.) y los funcionarios del condado de Broward detallaron el plan del gobierno de Trump para enviar potencialmente a cientos de migrantes desde la frontera sur de los EE. UU. a Florida. El jueves, Trump pronunció un discurso en Rose Garden sobre sus últimos planes de inmigración, renovó su llamado a construir un muro a lo largo de la frontera con México y dijo que quiere priorizar a los inmigrantes altamente calificados y bien educados.
Rubio envió una carta el jueves al secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, en el que le hizo varias preguntas sobre la propuesta de enviar hasta 1,000 migrantes al mes a Florida.
Al parecer la buena relación de Ron DeSantis con el presidente Trump ha dado sus frutos.