El presidente Trump dijo durante su discurso del Estado de la Unión el pasado martes que está de acuerdo con la inmigración legal al país enfatizando en sus palabras que la gente “venga a nuestro país en las cantidades más elevadas de la historia, pero tienen que hacerlo legalmente”.
Además durante una reunión con periodistas este miércoles el presidente dijo a un reportero del periódico The Advocate, de Luisiana, “Necesito que venga más gente porque requerimos gente para que trabaje en las fábricas y las plantas, y en las compañías que están regresando”, citó Mundo Hispánico.
Sin embargo las políticas del presidente durante su administración no han sido de carácter pro-migratorias. Este nuevo enfoque del presidente es contradictorio con su discurso hasta el momento, pues el pasado martes el presidente aseguraba que los inmigrantes que viven de manera ilegal en Estados Unidos le roban el empleo a los estadounidenses de clase media.
La Casa Blanca no ha contestado preguntas sobre cómo se podría traducir el nuevo enfoque de Trump a sus posturas y propuestas.
Hasta el momento solo se sabe que el presidente ha propuesto varias políticas que restringirían considerablemente la inmigración legal, como la de limitar la capacidad de los inmigrantes para patrocinar a familiares para que vengan a Estados Unidos. También ha reducido en los últimos dos años el número de refugiados que Estados Unidos aceptará.
El Instituto Cato, que favorece políticas migratorias más abiertas, estimó que el plan de inmigración que Trump ha propuesto reduciría el número de inmigrantes legales hasta un 44 por ciento, el recorte más grande a la inmigración legal desde la década de 1920.