Deborah Gray, de origen inglés, fue condenada a dos años de cárcel por robar cerca de 300 mil dólares de la empresa familiar que administraba para costearse viajes a Cuba, autos y la hipoteca de su casa, reportan medios locales.
El defalco ocurrió durante un periodo de tiempo de 13 años, mismo en el que Gray viajó tres veces a la isla y adquirió varios carros, aunque de acuerdo con Leicester Mercury, solo habría tomado el dinero para «los gastos del día a día, para pagar la hipoteca y su tarjeta de crédito».
El robo fue descubierto en el 2015, cuando Gray se fue del negocio y la persona encargada se percató de que los registros no concordaban, al punto de que los dueños de la compañía tuvieron que pedir un crédito al banco para no ir a la quiebra.
Aunque Grey, después de haberlo negado, finalmente se declaró culpable, su abogodo asegura que tiene «problemas mentales de larga duración que habían contribuido a su crimen y que ella tendría dificultades para lidiar con la vida en prisión».