Ocho jóvenes que aparentemente intentaban ingresar a la Base Naval de Guantánamo a pedir refugio, fueron detenidos y arrestados por la policía nacional, informó Diario de Cuba.
En pasadas semanas en la isla se corrió la voz de que una embarcación en la base estaba recogiendo a todo el que cruzase a ese lado para trasladarlo a tierra continental.
Con esto en mente cientos de jóvenes cubanos emprendieron camino hacia la bahía a «probar suerte». Hasta el día de hoy se desconoce a raíz de que surgió el rumor, quien lo difundió, o con que intención.
Ante tal realidad, las autoridades policiales y militares de la provincia oriental pusieron retenes en las vías que conducen a la base y al municipio de Caimanera para impedir el paso de los que iban llegando y han efectuado un número indeterminado de detenciones.
«Entre los atrapados están nuestros hijos», cuenta el padre de dos de los jóvenes, Francisco Aguilar, a Diario de Cuba. «Los muchachos decidieron adentrarse en una zona boscosa cercana a la base militar para eludir la vigilancia policial y allí fueron apresados».
«Cuando los cogieron, mi hijo fue golpeado. A uno de ellos le pusieron una pistola en la cabeza y se la rastrillaron; además los amenazaban con un perro», explica Martel, la madre.
Los padres dijeron que los muchachos están siendo acusados de «intento de salida ilegal del país», delito por el cual en Cuba se puede cumplir hasta tres años si no hay agravante les dijo la fiscal.
Además añadieron que los han amenazado para que no denuncien las agresiones físicas de las que son víctima. Mientras, a los padres le dijeron que serían juzgados en Guantánamo, y solo luego, transferidos a sus provincias.
Aguilar y Martell lamentan la situación en la que se encuentran sus hijos hoy. «Nuestros hijos son doblemente víctimas: del rumor y de la desinformación gubernamental. Si el Gobierno hubiese informado a tiempo, nuestros hijos no estarían siendo juzgados», comentó Aguilar.