Durante el primer semestre de 2017, la producción cubana de alimentos se atascó comunicó esta semana el Gobierno, y prevén pueda decaer aún más este año como resultado de los daños causados por el huracán Irma en septiembre pasado.
En junio de este año el sector agrícola no azucarero resistió una sequía severa y recibió menos aportes del Estado, al que está atado financieramente.
Hasta junio que suele ser la etapa más productiva del año, la producción de vegetales se vio afectada y se redujo un 1,1% concluye un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas que salió a la luz esta semana.
Los granos también escasearon, con excepción del arroz, la producción de frutas mejoró, excepto los cítricos, anuncia el reporte, a la vez que la ganadería fue combinada, y la producción de leche y huevo disminuyeron.
Un experto local con conocimiento en el sector dijo: “No pienso que haya ningún crecimiento este año y tal vez ocurra un poco de declive”.
Raúl Castro aumentó la producción de alimentos, luego de asumir la presidencia en 2008, cuando reemplazó a su hermano, Fidel Castro, de acuerdo a datos oficiales.
El actual gobernante empezó a arrendar las tierras ociosas, y descentralizó la toma de decisiones, también introdujo mecanismos de mercado en la producción agrícola.
Pero el ímpetu se ha debilitado y el régimen ha dado marcha atrás a las reformas, estableciendo precios y controlando la mayor parte de la distribución.
Cuba importa alrededor del 70% de los alimentos que consume, principalmente cereales y granos como arroz, maíz, frijoles, y productos como pollo y leche en polvo.
El Estado dice que importa el 80% de los alimentos que distribuye mediante la libreta de racionamiento, productos como el arroz, azúcar, aceite de cocina, pollo y frijoles.
(Con información de Martí Noticias)
