Después de que el huracán Beryl tocara tierra esta semana en Houston, Texas y dejara más de 2 millones de personas sin electricidad y casi diez fallecidos hasta el momento, meteorólogos pronosticaron que la actual temporada podría ser más activa de lo que se previó hace meses atrás. Varios expertos de la Universidad de Colorado (CSU por sus siglas en inglés) llegaron a la conclusión que posiblemente haya 25 tormentas, de ellas 12 huracanes.
Beryl impactó el estado de Texas como huracán categoría 1 pero con vientos sostenidos fuertes de más de 100 km/h afectando así el tendido eléctrico y varias viviendas en la madrugada del lunes. Lo más lamentable son las pérdidas de vidas humanas, cifras que según las autoridades pudieran aumentar en dependencia de las labores de rescate que se llevan a cabo en diferentes zonas fuertemente afectadas.
El Departamento de Ciencias Atmosféricas de la institución educativa de nivel superior consideró adicionar otras dos tormentas con nombre y un huracán a la previsión que realizaron a principios de junio. “Hemos aumentado ligeramente nuestro pronóstico y seguimos pronosticando una temporada de huracanes extremadamente activa en el Atlántico en 2024”, resaltaron los expertos.
Argumentan que las condiciones climatológicas en la principal fuente de formación de estos eventos cuentan con una temperatura de la superficie del mar extremadamente elevada permitiendo así un ambiente termodinámico propicio para la formación de huracanes y su intensificación. A ello súmele la incidencia de La Niña/Oscilación del Sur (AENOS) en el pico de la temporada 2024 en el Atlántico que resulta en pocos vientos en la zona.
“Anticipamos una probabilidad muy superior a la media de que los huracanes de gran intensidad toquen tierra a lo largo de la costa continental de Estados Unidos y el Caribe», afirmaron los siete análogos de CSU quienes son considerados pioneros en pronósticos estacionales de huracanes.
Consideran los especialistas también que el huracán Beryl es una muestra de cómo será la actividad intensa de la actual temporada. «Anticipamos un pozo probabilidad superior a la media de que huracanes importantes toquen tierra a lo largo de los Estados Unidos continentales en la costa de los Estados Unidos y en el Caribe», explicaron los analistas quienes recomendaron comenzar a tomar las medidas pertinentes para minimizar los efectos de estas fuerzas de la naturaleza principalmente las vidas de las personas.
Beryl rompió los esquemas al ser el primer huracán categoría 4 y 5 en formarse tan temprano en la temporada que dio inicio el 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre. Desde su formación y posterior traslado por el sur de las islas del caribe dejó grandes estragos en la economía, la sociedad, así como varios muertos.
Los expertos usan como fuentes de datos para sus cálculos la isma actuación que tienen los ciclones activos. Es decir, se actualizan los archivos cada seis horas, con estimaciones de ubicación, vientos máximos, presión mínima del nivel del mar y varias informaciones del radio de los vientos.
A finales de mayo la Oficina Nacional de Administración Atmosférica de EE.UU (NOAA) señaló una temporada más activa de lo normal donde se formarían entre 17 y 25 tormentas con vientos superiores a los 62km/h. De acuerdo con el criterio de Rick Spinrad administrador de la oficina en una rueda de prensa en aquel momento este es el pronóstico más alto que se haya hecho en su informe habitual de mayo.
También señalaron que la reducción de los vientos alisios del Atlántico y una menor cizalladura del viento contribuirán a una temporada con un número de ciclones superior al promedio de 14 tormentas con nombre.