Una temporada de huracanes bastante activa podría tocarle a EEUU este 2024, con un pronóstico de 25 tormentas con nombre, doce huracanes y hasta siete de gran potencia, recogió el Daily Mail.
Meteorólogos de AccuWeather advirtieron sobre un número casi récord de tormentas en el Atlántico, muchas de las cuales se espera que afecten directamente a Estados Unidos, gracias a las cálidas aguas del Golfo de México y al fenómeno climático de La Niña.
Las cifras que pronostican los expertos contrastan de manera notable con el promedio histórico que se registra anualmente de hasta 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres de mayor potencia, con cuatro impactando de manera directa territorio estadounidense.
Según el meteorólogo jefe de AccuWeather, Jonathan Porter, «tienen serias y crecientes preocupaciones sobre lo que puede convertirse en una temporada de huracanes sobrealimentada este año».
«Tenemos una gran preocupación por un riesgo mayor que el promedio histórico de tormentas tropicales y huracanes a lo largo de las costas de Texas y Luisiana», precisó.
Porter catalogó los pronósticos como explosivos, a causa del regreso del fenómeno La Niña y del agua históricamente cálida a través del Océano Atlántico.
«Se pronostica que el actual patrón de El Niño que existe pasará a ser un patrón de La Niña durante la segunda mitad de la temporada de huracanes», sentenció.
El fenómeno de La Niña generalmente genera más tormentas tropicales y huracanes en el Atlántico debido a una menor cizalladura del viento o vientos perturbadores en lo alto de la atmósfera.
El meteorólogo principal de huracanes de AccuWeather, Alex DaSilva dijo que otro factor importante para una temporada demasiado activa es la abundante agua cálida en el Golfo de México.
«Las temperaturas de la superficie del mar están muy por encima del promedio histórico en gran parte de la cuenca del Atlántico, especialmente en el Golfo de México, el Caribe y la principal región de desarrollo [de huracanes]», indicó.
Las temperaturas del agua al otro lado del Atlántico a mediados de febrero de este año alcanzaron el mismo nivel que normalmente se encuentran a mediados de julio. A medida que los días se hacen más largos y el hemisferio norte se acerca a la primavera y al verano, las temperaturas aumentarán.