Silvio Clark Morales, un cubano residente en Miami, se ha declarado culpable de traer ilegalmente a mujeres de Cuba para explotarlas sexualmente en Estados Unidos.
El acusado, llegó a un acuerdo con la fiscalía, pues se enfrentaba a una pena máxima de cadena perpetua.
La fiscalía propone una sentencia de 30 años de privación de libertad y un pago de $60,000 por compensación a las víctimas.
Silvio Clark, quien al principio se había declarado inocente, aceptó con lágrimas su culpabilidad y, con la cabeza baja, declaró que todos los hechos relatados por el fiscal Benjamin Widlanski durante la audiencia eran ciertos.
El juez José E. Martínez dictará sentencia el próximo junio. Este caso transcendió porque ha sido, el primero en una corte federal que involucra a mujeres traídas desde Cuba para la explotación sexual.
El fiscal, asegura que el acusado ofrecía a sus víctimas sacarlas de Cuba y conseguirles trabajo como bailarinas en Miami, a cambio de pagar $20,000. Una vez en Estados Unidos, éste les aumentaba la deuda y las obligaba a trabajar como strippers y a prostituirse.
El acusado escribió una carta y en ella dice lo siguiente:
“Desde el día de mi arresto, he estado completamente en la oscuridad sobre mi posición en este asunto y en mis derechos para defenderme”. También afirmó que no hablaba inglés y que no recibía información clara de su abogado, cuyo único consejo, habría sido “firmar un acuerdo de 30 años” porque el gobierno “tiene testigos”.