El lunes pasado se produjo un incidente que pone en alerta a la AdministraciĆ³n Federal de AviaciĆ³n (FAA) ya que en enero sucediĆ³ un hecho similar. Esta vez se tratĆ³ de una aeronave de pequeƱas dimensiones la cual perdiĆ³ en pleno vuelo una de sus puertas cerca en Nueva York.
La aeronave pudo aterrizar de manera segura en el Aeropuerto Internacional de Buffalo Niagara. El incidente ocurriĆ³ a las 17:30 horas, cerca de la zona de Cheektowaka, un suburbio de Buffalo, segĆŗn informaron funcionarios de transporte, los cuales aseguraron que las dos personas que viajaban en la nave no sufrieron lesiones favorablemente.
āTenemos una emergencia; estamos volviendoā, fueron las palabras del piloto a los controladores aĆ©reos tras percatarse de que la puerta trasera del lateral izquierdo de la cabina se habĆa desprendido. La rĆ”pida reacciĆ³n del piloto contribuyĆ³ mucho a que regresaran inmediatamente al lugar de origen, ya que el aviĆ³n despegĆ³ a las 17:39 horas y a las 17:46 ya estaba de vuelta en el aeropuerto.
La policĆa de Cheektowaga infiere que la puerta cayĆ³ en la zona del Parque Stiglmeier, pero hasta el momento de redacciĆ³n de esta nota no se conoce que la hayan recuperado. Declararon tambiĆ©n a NBC que: āNo se han reportado heridas ni daƱos a la propiedadā. Por su parte New York Post comunicĆ³ que se mantiene la bĆŗsqueda de la puerta que se desprendiĆ³ del aviĆ³n.
La gran habilidad del piloto para maniobrar la aeronave aun faltando una puerta y aterrizar sin problemas mayores, asĆ como la rĆ”pida actuaciĆ³n de los equipos de emergencia del aeropuerto fueron aspectos positivos y relevantes en el incidente. No obstante, el desprendimiento de la puerta del aviĆ³n en pleno vuelo es un elemento serio que requiere de un anĆ”lisis sobre los mantenimientos que se realizan en estos medios de transporte. AsĆ como sirve como ejemplo para que se efectĆŗen mucho mejor los protocolos de seguridad establecidos.
La FAA revelĆ³ por su parte que va a investigar el hecho de forma profunda para establecer cuĆ”les fueron las causas que lo propiciaron. El suceso causa dudas sobre si se estĆ”n cumpliendo realmente los protocolos de seguridad y los mantenimientos de estas aeronaves. Mientras que FAA investiga el origen del problema, la poblaciĆ³n en sentido general y la comunidad aeronĆ”utica aguardan por una respuesta sobre este fallo con el objetivo de tomar todas las medidas pertinentes y evitar que en el futuro ocurran otros similares.
Por lo que se conoce el Aeropuerto Internacional de Buffalo Niagara y el Departamento de PolicĆa de Cheektowaga no han dado mĆ”s informaciĆ³n al respecto. Se espera que, con los responsables, si existe alguno, se tomen las medidas pertinentes para evitar otros sucesos teniendo en cuenta que no es el primer caso de este tipo que sucede en el aƱo.
El 5 de enero del presente aƱo se desprendiĆ³ un tapĆ³n que se instala en los aviones Boeing 737 Max 9 por los fabricantes para cubrir una salida de emergencia que la aerolĆnea Alaska Airlines no utiliza. El hecho sucediĆ³ mientras la aeronave con pasajeros a bordo sobrevolaba OregĆ³n a unos 4.877 metros de altura. En un anĆ”lisis posterior se determinĆ³ que al aviĆ³n le faltaban tornillos que debieron instalarse por Boeing antes de salir de la fĆ”brica.
Con anterioridad se encendieron las alarmas en los funcionarios de Alaska Airlines cuando entres vuelos diferentes se encendiera la luz de advertencia la cual podrĆa haber indicado problemas de presurizaciĆ³n en las naves. Por lo anterior se decidiĆ³ restringir el uso del aviĆ³ en vuelos de larga distancia por encima del mar, con el objetivo de que si se volviera a encender la luz de emergencia pudiera descender el piloto a tierra segura.
En 2011, otro Boeing 737 de Southwest sufriĆ³ un corte de 1,5 metros que obligĆ³ a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en una base militar de Arizona. Nadie resultĆ³ herido en ninguno de esos casos, ambos atribuidos a la fatiga del metal.