En Cuba temen a Marco Rubio como Secretario de Estado y se acuerdan de él en fin de año

Marco Rubio. Foto: Maxim Elramsisy / Shutterstock.com

Ysneri Oliva, una mujer originaria del municipio de Pilón, en la oriental provincia cubana de Granma, compartió una publicación en redes con una imagen de un hombre junto a dos muñecos, uno de ellos con un cartel en el pecho con el nombre Marco Rubio. Cabe recordar que en los últimos años se ha vuelto tradición en Cuba despedir el Año Viejo con la quema de un muñeco.

Junto al post en el que aparece el hombre junto a los muñecos confeccionados de paja, cartón y ropa vieja, y varias bebidas alcohólicas al pie del individuo, Oliva escribió: «Estamos despidiendo el viejo año para recibir el nuevo con prosperidad y alegría, para que el pueblo se sienta feliz con el nuevo año aquí en la calle de Pantaleón, para que todo el pueblo cubano se sienta feliz y festeje el nuevo año con esta iniciativa».


Decenas de usuarios reaccionaron a la publicación de esta señora identificada como Ysneri Oliva, en particular de cubanos a los que la denominada «iniciativa» les pareció desagradable y producto de la falta de juicio.

«El muñeco del Diazca no prendió parece. Marco Rubio es el año que entra pepillos, no el que acaba.#CubaEstadoFallido pa que sepan», escribió un isleño identificado como Orlando Vargas.

«Por esas cosas, específicamente esas…es que estamos como estamos, e incluso, estaremos peor, cada cual recoge lo que siembra», indicó Michael Ung.

«Precisamente por eso se meten apagados 20 horas diarias, se lo merecen», comentó alguien más.

Llama la atención el nombre al que le pusieron al muñeco, dado que Marco Rubio es un senador cubanoamericano, que bajo la próxima administración de Donald Trump fungirá como Secretario de Estado de Estados Unidos, y es un crítico feroz del régimen de La Habana y de la dictadura de Nicolás Maduro. Por lo que simplemente no es casual que hayan nombrado al muñeco como el político que podría colaborar para endurecer la política exterior del próximo gobierno norteamericano hacia la Isla comunista.


Por otra parte, en no pocas ocasiones la dictadura cubana ha utilizado a la prensa oficial para satanizar a Marco Rubio, y un reciente editorial del órgano del Partido Comunista de Cuba, el diario Granma, calificaba al senador como «una figura tenebrosa que no era de buen augurio para el mundo» con el objetivo de difamar y desacreditar su trabajo como político de EEUU.

«El senador Rubio es enemigo conocido, confeso y comprometido, de Cuba; de modo que el hecho de que él ocupe una responsabilidad importante no es una buena noticia para Cuba, ni creo que lo sea tampoco para Estados Unidos», expresó en su momento el funcionario del régimen castrista Carlos Fernández de Cossío, al conocer que Trump había nombrado al político cubanoamericano como nuevo Secretario de Estado.

Lo cierto es que la dictadura cubana está nerviosa y desesperada con el rol que tendrá Rubio a partir del próximo 20 de enero, cuando Trump se juramente como nuevo presidente de EEUU, en un contexto completamente diferente al que Cuba tenía en 2016-2020, durante el primer mandato del republicano. En estos momentos la Isla experimenta su peor crisis en décadas, con aliados políticos totalmente desgastados como Venezuela y Rusia, y una población hundida en la miseria.


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