Díaz-Canel, de 57 años, tiene una larga historia en la política cubana. Antes de su cargo actual, era el ministro de educación superior.
Díaz-Canel encabezó el Partido Comunista de Cuba en la provincia de Villa Clara de 1994 a 2003, en un momento en que el país sufría una grave crisis económica después de la caída de la Unión Soviética, que había subsidiado fuertemente a la nación insular.
Algunos han especulado sobre los puntos de vista moderados de Díaz-Canel, pero, en el último año, ha tomado una línea cada vez más dura, enfatizando la continuación del sistema político unipartidista de Cuba y la economía de planificación centralizada.
Fue capturado en un video filtrado el verano pasado criticando a los medios independientes y diciendo a los miembros del Partido Comunista que las embajadas de Estados Unidos, Noruega, España, Alemania y Gran Bretaña apoyaban la «actividad subversiva». Díaz-Canel dijo que el histórico establecimiento de relaciones entre los Estados Unidos y Cuba «era una forma diferente [de los Estados Unidos] de tratar de alcanzar su objetivo final de destruir la revolución».
La próxima transición presidencial llega en un momento en que los cubanos se sienten frustrados por la lentitud de las reformas al estilo de mercado iniciadas por Raúl Castro en 2011 y porque las relaciones con los EE. UU. Se han enfriado significativamente bajo la administración Trump.