La cubana Yaquelín Vera Morfa y su hija de 11 años, Laura Pérez, se amordazaron la boca y se ataron de manos este martes, frente al edificio de la ONU en Trinidad y Tobago, en protesta por la demora de esa institución para gestionar su traslado a un país que las acoja en condición de refugiadas políticas.
Según informa Martí Noticias, la mujer y su hija llegaron con visa de turismo a Trinidad y Tobago el 15 de septiembre de 2015 y solicitaron posteriormente refugio político, que les fue concedido.
Ahora piden ser trasladadas a otro país, pues Trinidad y Tobago no tiene legislación para refugiados, por lo que funciona solamente como un país de tránsito.
Vera Morfa explicó que teme que su espera de un traslado a otro país se extienda aún más y afirmó que habría cubanos en su misma situación que llevan cuatro años en Trinidad y Tobago esperando por una solución.
«Ya no podemos más. Es imposible vivir aquí. Yo no quiero vivir de limosnas ni vivir de nadie. Quiero trabajar y mantenerme; que mis hijos estudien», explicó la mujer.
Asimismo, denunció que su hija lleva sin ir a la escuela más de un año.
«La tuve que sacar (de la escuela) porque esa niña fue discriminada, incluso golpeada. Estoy en un país donde hay mucha violencia. Yo cogí miedo y aquí me dijeron: ‘Sácala de la escuela’, pero ya Laura lleva un año y ocho meses en este país y no ha podido ir a la escuela. Y así pasa con todos los otros niños de las otras familias cubanas que están aquí», explicó.
A Vera Morfa y a su hija se han unido en las protestas un grupo de cubanos que esperan por una respuesta a su petición de refugio.
Este grupo insistió en que continuará manifestándose ante la sede de la ONU en Trinidad y Tobago, mientras Vera Morfa decidió iniciar una huelga de hambre.
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