Venta de pesos en efectivo es ilegal, advierte el Banco Central de Cuba, después de que este fenómeno ha tomado fuerza en el mercado informal, en medio del proceso de bancarización emprendido luego de que se aprobara la Resolución 111, a inicios de agosto, recogió el estatal periódico Granma.
Asimismo el vicepresidente del Banco Central, Alberto Quiñones Betancourt, recordó a la población que el cobro de comisiones a las personas que deseen o requieran realizar el pago electrónico, es también entendido como delito.
La bancarización llevada a cabo en un contexto complejo con la disponibilidad de efectivo en las entidades financieras del Estado cubano, lo que ha provocado es que se agrave la crisis y ha creado mayor incertidumbre entre los cubanos, limitándoles la extracción de efectivo a sólo 5.000 pesos diarios.
A su vez el crítico panorama ha generado otros problemas como la venta de peso cubano en efectivo, a un precio superior al valor que este tiene en los bancos del país.
«Las personas que ofrecen dinero en efectivo contra mayor cantidad por transferencia», están cometiendo una «ilegalidad», subrayó el directivo, que agregó que esas «conductas son violatorias de la Resolución 111».
Mientras el funcionario, aseguró que la falta de efectivo en los bancos no es consecuencia de la bancarización, indicando que «la red de cajeros automáticos» no son el eje de dicho proceso.
Por su parte, el ministro-presidente del Banco Central, Joaquín Alonso Vázquez, dijo en la oficialista Mesa Redonda informativa, que los «nuevos actores económicos» se resisten a la medida de bancaria las transacciones para los pagos y cobros.
«Se ha detectado nuevas formas de gestión que, teniendo habilitado canales electrónicos de pago, exigen a la población hacerlo en efectivo lo cual constituye una resistencia a la medida», puntualizó.
A la par, expertos han señalado la falta de preparación que hay en Cuba para la bancarización, algunos de los comentarios fueron citados por el medio ruso Sputnik.
De acuerdo a Luis René Fernández Tabío, profesor del Centro de Investigaciones de la Economía internacional de la Universidad de La Habana, la medida «no soluciona los problemas principales de la economía, asociados al abultado déficit fiscal y la paradójica contribución a este fenómeno de un grupo de empresas estatales que aportan poco o nada a los ingresos nacionales».
Fernández Tabío mencionó también otros percances para que este proceso tenga resultados positivos para la Isla, entre los que enumeró el débil crecimiento del Producto Interno Bruto, el desajuste cambiario, y las deficiencias tecnológicas y energéticas.
Cabe recordar que el pasado martes, el ministro cubano Manuel Marrero criticó a las micro, medianas y pequeñas empresas ( mipymes) y otros negocios privados, que se resisten a usar los canales electrónicos de pago.
«Ningún actor económico puede negar a los clientes el pago de servicios, productos y demás operaciones comerciales y financieras por los diversos canales electrónicos», sentenció Marrero.
«Donde estén creadas las condiciones» para aceptar cualquier forma de pago que elija el consumidor, expresó.No obstante, se negó a admitir la escasez de efectivo en las entidades bancarias de La Mayor de las Antillas.
En un contexto en el que académicos han resaltado la carencia de una conexión a internet estable en Cuba, además de la pobreza de ofertas, y la escasez de una estructura de entrega de productos a domicilio, lo que significa para muchos que «el comercio electrónico simplemente ha llegado tarde al país».