La dictadura cubana ha vuelto a fracasar y lo reconoce públicamente frente a quienes supuestamente representan al pueblo, los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular. En el tercer período ordinario del parlamento cubano el régimen admitió que tiene que dolarizar su economía parcialmente si desea que la moneda nacional algún día recobre su valor.
Para ello anunciaron varias medidas económicas entre ellas la captación del dólar mediante las tiendas en divisas y el turismo. También anunciaron que las importaciones de los cubanos a través de la aduana se cobrarán con la moneda estadounidense, aunque no se precisó a partir de cuándo se pondrán en vigor tales medidas.
Hace más de dos décadas atrás, después de encarcelar a miles de personas por vender dólares en la isla en pleno período especial, el dictador Fidel Castro anunció la apertura a la comercialización con el dólar. Para ello creó las llamadas Tiendas Recaudadoras de Divisas conocidas como TRD Caribe y creó el CUC para poder levantar poco a poco la desbastada economía que dependió un 85% del campo socialista que se desintegró cuatro años antes.
Después de 26 años de esa medida el mandatario Miguel Diaz-Canel echó abajo el CUC dejando así una manta de inflación que cubre la economía cubana y obviamente la moneda nacional. La moneda estadounidense hoy se cotiza 12 veces por encima de su valor y alcanza los 310 dólares en el mercado informal cubano, lo que impide que el cubano de a pie pueda adquirirlos para poder comprar productos de primera necesidad en las tiendas en divisas.
El primer ministro cubano en su discurso del día de ayer que fue uno de los más esperados por los parlamentarios y por el pueblo en general trajo más tragos amargos para la mayoría del pueblo. Marrero recalcó que la necesidad de tomar esas medidas es imprescindible teniendo en cuenta que atraviesan por una «economía de guerra».
Detalló el jefe de gobierno que en la actualidad más de 2.000 millones de dólares se encuentran en manos de dueños de Mipymes y cuentapropistas y el mercado informal de divisas al que acceden los particulares para importar sus mercancías no pueden comprarle al estado.
Como siempre hace el gobierno cubano, tratará de beneficiar a la «empresa estatal socialista» en cada uno de sus paquetazos económicos. Las instalaciones turísticas cubanas que pertenecen al estado muchas de ellas al conglomerado militar de GAESA cobrarán sus servicios en dólares lo que permitirá que ingrese más rápido a los bolsillos de los dirigentes del país.
Sin embargo, se les prohíbe a los emprendedores cubanos y dueños de Mipymes con algunas excepciones como las aerolíneas o empresas extranjeras cobren sus mercancías en divisas. Pero a pesar de eso el estado cobrará la importación de esas mercancías a los privados en divisas, lo que refleja una disparidad entre los actores económicos de la isla.
Según Marrero Cruz la finalidad de estas decisiones es «restituir el orden y la disciplina». A su vez recalcó sin muchos pormenores que dentro de las entidades estatales experimentarían un «proceso de saneamiento de las cuentas en divisas».
Manuel indicó que independientemente que el país no cuenta actualmente con un sistema cambiario que facilite la venta de divisas a las personas, pondrá en marcha una nueva tasa de cambio oficial para evitar una mayor devaluación del peso cubano y por consiguiente aumentar la inflación, sin embargo, no dijo el calendario de esa medida. En la actualidad las personas jurídicas compran la moneda estadounidense por un valor de 24 pesos moneda nacional y las personas naturales lo hacen por 120 pesos cubanos.
En diciembre pasado cuando dio su discurso frente a la Asamblea, Marrero anunciaba una cruzada para frenar el acelerado aumento de las divisas en el mercado informal cubano. Así mismo se refirió a un conjunto de medidas que impactaron grandemente en el bolsillo de los cubanos como fueron el aumento del precio del combustible, la electricidad, el abasto de agua y otros productos necesarios para los cubanos.
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