Recientemente se produjo el arresto en Surinam por agentes de la Unidad de Trata de Personas (TIP), Inteligencia de la Estructura de Lucha contra la Delincuencia Grave (BZC) y de la Región Oeste, de cinco individuos que se dedicaban a la trata de personas, cuatro de ellos mujeres, tres de nacionalidad cubana y una de origen venezolano, y un hombre surinamés.
Según la prensa en dicho país la investigación comenzó tras la denuncia realizada por una mujer en la Unidad de Motociclistas en Paramaribo, quien manifestó que había escapado de un bar en el que la explotaban sexualmente.
Como resultado del trabajo combinado de las organizaciones involucradas se pudo determinar el lugar de los hechos, que fue allanado, siendo rescatadas trece mujeres, de las cuales once eran cubanas y dos venezolanas.
El desarrollo de las investigaciones reveló que el propietario del bar había asumido los gastos de viaje de las mujeres hacia Surinam, sin embargo nunca se les dijo a lo que tendrían que enfrentarse una vez que arribaran a dicho país. Las víctimas residían en habitaciones ubicadas dentro del propio bar, enclavado en el distrito de Nickerie, y eran obligadas a prestar servicios sexuales a los clientes y a pagar por su alojamiento, mientras que las ganancias generadas por ellas iban a parar a manos del propietario.
Las víctimas fueron trasladadas hacia un centro de refugio y actualmente no se ha dado a conocer la identidad de estas ni de los detenidos.
