Residentes en un edificio ubicado en la Pequeña Habana se quejan por las condiciones en las que viven

Foto: Video de Telemundo 51

Recientemente, ha trascendido la deplorable situación en que se encuentran los arrendatarios de un edificio ubicado en la Pequeña Habana, quienes han manifestado su enorme desesperación y angustia al tener que vivir en apartamentos por los que filtra el agua a través de los techos, con pisos y paredes que están experimentando un deterioro considerable marcado por la reducción de su resistencia y estabilidad y donde el nocivo impacto de la humedad es notorio en muchas de estas estructuras.

Uno de los afectados confesó que está sumamente afligido por las pésimas condiciones imperantes en su hogar. Se trata de un hombre que presenta varios problemas de salud, entre los cuales figura su gran dificultad para caminar.


Este inquilino, identificado como Antonio Alamo, recibió una visita de uno de los reporteros de Telemundo 51 y le mostró a este los disímiles problemas con los que tiene que lidiar cotidianamente. Al respecto le comentó: «Esto fue un pedazo que se cayó», refiriéndose a un fragmento de la cubierta que se había desplomado». Asimismo, agregó: «Esto es hoy, aquello es el otro día. Eso anoche lloviendo me echó a perder el ventilador».

Alamo lleva residiendo en ese edificio 13 años y refiere que su menoscabo es cada vez mayor. Exhortó al reportero a observar detrás la puerta, alegando: «Vea como se está hundiendo el piso. Yo se lo muestro, hay pudriciones, la gente vive como perros, parecemos que vivimos en un tercer mundo».

Además, reveló que ha realizado varias reclamaciones ante la Asociación del edificio pero que hasta el momento no ha habido mejoras significativas. «Yo pago 200 dólares aquí pero el gobierno me paga para que viva como una persona y no vivo como un ser humano», recalcó.

La creciente insatisfacción conllevó a los vecinos a presentar una queja ante la oficina del comisionado Joe Carollo, la cual fue recibida el pasado 17 de junio. Dicho funcionario les comunicó por vía telefónica que había establecido contacto con la instancia de código para que enviara un inspector al lugar.

En el contexto actual el techo del edificio está siendo objeto de reparaciones y el mentado político aseguró a los inquilinos que volvería a hacer las gestiones pertinentes para que otro inspector actuara y le diera seguimiento al caso.


Otro de los afectados, nombrado Leonardo Colon, señaló en relación al inmueble: «Está inhabitable. No es que van a reparar, esto está mojado por todos lados, los baños podridos, las tinas llenas de huecos, todo está destruido completo, esto es una edificación que está para cerrar».

Incluso un sujeto que permaneció durante años viviendo en compañía de su padre en dicho edificio alegó que a raíz del fallecimiento de su progenitor adoptó la decisión de mudarse, pues si bien el precio de la renta es bastante económico, las condiciones son en extremo desfavorables.


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