El tiempo promedio en que un caso pasa por los tribunales federales de inmigraciĆ³n del sur de la Florida, que tienen un atraso mĆ”s allĆ” de toda esperanza, es de 551 dĆas, lo que significa casi dos aƱos. Aunque estos tribunales dejaran maƱana de aceptar nuevos casos, demorarĆan alrededor de cuatro aƱos llevar a cero la cantidad de casos atrasados.
Un informe reciente de parte de la Oficina de FiscalizaciĆ³n del Gobierno (GAO), entidad no partidista de auditorĆa dependiente del Congreso, revelĆ³ que la escasez crĆ³nica de jueces de inmigraciĆ³n aumentĆ³ al doble la cantidad de casos atrasados en todo el paĆs entre el 2009 y el 2015.
Cerca de 600,000 casos de inmigraciĆ³n estĆ”n en espera de fallo, segĆŗn el informe, y algunos tribunales abrumados estĆ”n tan abrumados que ya estĆ”n fijando audiencias para el 2020. En algunos de esos tribunales, el tiempo promedio de procesamiento de un caso es de casi tres aƱos.
Hay solamente unos 300 jueces, lo cual significa que la carga promedio de casos de cada uno es de alrededor de 2,000, una cifra que prƔcticamente todo el mundo concuerda que es inmanejable. Para empeorar las cosas, alrededor del 40 por ciento de esos jueces ya cumplen los requisitos para retirarse y pudieran hacerlo en cualquier momento.
āNosotros somos una especie de Cenicienta del Departamento de Justiciaā, dijo Denise Noonan Slavin, jueza que trabajĆ³ 20 aƱos en los tribunales del sur de la Florida antes de mudarse el aƱo pasado a Baltimore, donde es ahora la vicepresidenta de la AsociaciĆ³n Nacional de Jueces de InmigraciĆ³n, el sindicato de los jueces. āEstamos en lo Ćŗltimo de la fila en materia de presupuestoā.
El gobierno de Trump ya ha anunciado planes de contratar a 125 jueces de inmigraciĆ³n durante los prĆ³ximos dos aƱos, pero muchos observadores consideran que las nuevas contrataciones se verĆ”n afectadas por una ola de jubilaciones.
āUn juez de inmigraciĆ³n puede pasar en el tribunal ocho horas al dĆa, cinco dĆas a la semana, y a lo mejor tiene solamente media hora a la semana āy a veces cada dos semanasā para prepararse para los casos prĆ³ximos. Y los casos mismos pueden ser desgarradores, con todo tipo de historias de abuso de personas en sus paĆses natales. O tal vez se les pida que envĆen a las personas al lugar de donde vinieron cuando eran niƱos, donde nunca han vivido. Los jueces son seres humanosā.