El robo de lo que fuese no solo un singular inodoro de oro, pero también una pieza de arte única, ha resonado en las redes este sábado.
El robo fue reportado en la mañana del sábado en el magnífico palacio inglés donde nació Winston Churchill, el Palacio de Blenheim.
El artefacto es obra del artista italiano Maurizio Cattelan y apenas lo habían instalado hacía dos días después de pasar un tiempo en exhibición en el Museo Guggenheim de Nueva York.
El inodoro, de 18 kilates de oro, valorado en millones de dólares, estaba instalado al sistema de plomería del palacio. Al llevárselo, su sustracción provocó “daños considerables e inundación” en un inmueble declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO y lleno de valiosas obras de arte y muebles.
La policía dijo que los ladrones se desplazaban en al menos dos vehículos y hasta el momento un hombre, de 66 años, ha sido detenido en relación con el insólito hurto.
Ningún otro objeto fue robado de la propiedad.
Edward Spencer-Churchill había dicho al diario The Times que no sería fácil robar el inodoro porque estaba conectado a las cañerías del palacio. “Por eso no, no pienso montar guardia”, dijo.
El inspector Jess Milne dijo que “la obra de arte todavía no ha sido recuperada, pero estamos realizando una investigación exhaustiva para hallarla y llevar a los responsables ante la justicia”.
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