La promotora de Cuba Decide, Rosa María Payá, se reunió con un grupo de senadores chilenos en el Congreso de Chile. La joven activista, uno de los rostros más visible de la disidencia cubana —según destacó El Mercurio—, ofreció declaraciones sobre la situación en la Isla en torno al tema de la democracia.
El encuentro en la Cámara fue una de las más de quince actividades públicas que atestaron la agenda de Rosa María Payá, hija de Oswaldo Payá, fallecido hace casi cinco años en la Isla en circunstancias aún no aclaradas. Sus compromisos incluyeron encuentros con los expresidentes Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, hasta un foro con 150 estudiantes universitarios.
La activista opositora entregó un diagnóstico sombrío sobre lo que sucede en Cuba, señaló la publicación. Las riendas siguen en manos de las autoridades comunistas, sin que a su juicio haya una apertura democrática: «No hay una normalización. Eso no está pasando, aunque los Rolling Stones tocaran en La Habana», manifestó.
«En términos de libertades civiles la situación sigue igual. En términos de libertades económicas, prácticamente lo mismo. Hay grandes diferencias entre los oligarcas y un pueblo miserable y empobrecido», añadió.
La normalización de relaciones diplomáticas con Estados Unidos tampoco tuvo repercusiones de fondo, en su opinión: «El problema cubano no es con Estados Unidos. Es una contradicción entre un grupo de militares en el poder y una mayoría de ciudadanos sin derechos».
Para Payá, «es injustificable que una autoridad electa no tenga una palabra para los que han sido los oprimidos en esta historia. Tiene que ver con los derechos humanos para todos los seres humanos».
En su visita, la activista pidió reunirse con Bachelet, pero hasta el viernes pasado no había recibido respuesta: «La información que tenemos es que hubo problemas de agenda», dijo.
El encuentro, en todo caso, no era un fin en sí mismo, según dijo a El Mercurio, sino un instrumento para saber si el Ejecutivo chileno «va a tomar partido o no a favor del pueblo cubano, si vamos a escuchar al Gobierno de Chile estar a favor del derecho de decidir de los cubanos, y de un plebiscito en Cuba».
Sobre la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la opositora tiene la expectativa de que cultive relaciones enfocadas «en el apoyo al pueblo cubano y no solo en el intercambio con el régimen».
Antes de abandonar Chile, Payá tenía previsto ir a una romería por el primer aniversario del fallecimiento de Patricio Aylwin. A fines de febrero, una de las hijas del exjefe de Estado, Mariana, intentó viajar a La Habana para asistir a un homenaje a su padre, pero el régimen cubano le prohibió la entrada.
A principios de abril el Senado de Chile aprobó un «proyecto de acuerdo» que pedía a Bachelet, y a la Cancillería, la promoción de elecciones libres y democráticas en Cuba a través del «plebiscito vinculante» que impulsa Cuba Decide.
(Con información de Diario de Cuba)
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