Fuentes diplomáticas revelaron al periódico Clarín que El Vaticano apoyó con la mayor discreción posible una gestión para que Raúl Castro retirara «el apoyo político y la asistencia militar al régimen venezolano» y «le concediera asilo a Nicolás Maduro y a sus principales colaboradores».
Aún no se sabe quién fue el autor de las propuestas que, entre otras cosas, también le aseguraba a Castro seguir recibiendo petróleo de Venezuela.
El Clarín no sabe «si fueron diplomáticos de varios gobiernos o de organismos internacionales como la OEA, e incluso si intervino algún alto dignatario eclesiástico. O si fue una iniciativa directa del combativo episcopado venezolano, que tiene una fluida relación con sus pares de la Isla».
El diario considera que el papa Francisco «tiene una especial ascendencia sobre el máximo dirigente cubano luego de que, hace dos años, participara junto a Canadá en el deshielo y restablecimiento de relaciones entre (los gobiernos de) Cuba y Estados Unidos tras meses de secretísimas negociaciones».