El recorrido La Habana-Moscú es una de las opciones de viajeros e inmigrantes cubanos que buscan alternativas de mejoría económica fuera de su propio país. Después de cerradas las puertas de Ecuador, las opciones de los cubanos enrumbaron por vías más extensas y caras.
“Escogí Rusia porque me pareció lo más barato. Siento curiosidad por lo ruso. Son demasiadas historias que nos contaron y que no viví, y se ha convertido en un enlace viable y sin visado hacia otro mundo”, comenta Yunior Rodríguez, un cubano que realiza este recorrido entre tres y cuatro veces al año.
Al llegar al Aeropuerto Internacional Sheremetyevo siempre le recibe Marcelo, un guía que lo aloja en un cuarto de su casa donde hay cuatro literas y dos colchones. Cuenta que “al principio le pagaba 100 dólares americanos diarios (6371,64 rublos) por el alojamiento, la comida, los taxis y para que me sirviera de guía en los mercados; ahora lo hago todo solo”.
Para cumplir con sus travesías cesó sus vínculos laborales con el Estado cubano. “Al menos por ahora”, subraya. Desembolsa cerca de 2 mil USD solo en viaje y gasta otros 2 mil a 3 mil en compras.
Ya en Cuba, tiene solo dos meses para vender por cantidad o a plazos todo lo que trae para poder irse otra vez. “Las ganancias me hacen mantener a mi familia, sostener la universidad de mi hermano y además apoyar a mi madre”, comenta.
Aunque vive solo con su mujer e hijo, respalda a ambas familias, la suya y la de su mujer y detalla que “no pueden vivir holgadamente, pero comen y no andan con huecos en los zapatos”.
Comentó que hubo algunos de sus acompañantes que se quedaron en Moscú, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
“Al principio pensé que estaban locos, luego me explicaron que viajarían en ferrocarril transiberiano desde la localidad de Novosibirsk, más allá de los Urales, hasta alcanzar presumiblemente Uelen o Kadykchan, que son puntos lo más al norte posibles”.
El viaje es de alrededor de 5 mil kilómetros hasta las inmediaciones del Círculo Polar Ártico para cruzar el estrecho de Bering hasta Alaska. “La vuelta les sale como en 10 000 a 12 000 CUC por persona”, refiere.
El salto final, describe Yunior que puede ser en avioneta o en botes de pesca o barcos balleneros. Ya en Alaska siguen viaje en trineo hasta el primer punto habitable de la península y luego siguen hasta Anchorage y de ahí vuelan a Seattle, en el estado de Washington.
Hasta la fecha, Islas Cook, Niue, Tuvalu o Guyana son otros países libres de visado para los viajeros cubanos.
“Hasta Guyana llegué porque es más cerca y los pasajes están entre 630 y 690 dólares, las ropas tiene casi el mismo precio que en Rusia, pero los electrodomésticos son más caros que en Cuba. Allí los cubanos han hecho colonia, y los hay hasta dueños de tiendas. Te puedes encontrar con facilidad una cubana de tendera, o vendedora”, refiere sobre su más reciente experiencia.
Sobre Panamá comenta que allá es donde está el negocio del boom en Cuba: las motos, los electrodomésticos y las piezas de carro.
(Con información de Cubanet)
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