Sacerdote cubano Alberto Reyes exhorta al pueblo de la isla a adoptar conductas que ayuden a lograr un cambio en Cuba

Recientemente, el sacerdote cubano Alberto Reyes, de la diócesis de Camagüey, exhortó al pueblo de la isla a no limitarse a soñar con que algún día ocurrirá un cambio en el país, sino a tratar de hacer realidad ese anhelo con acciones concretas, destacando que ello no acontecerá de manera fortuita.

Reyes, quien está en contra del régimen imperante en la mayor de las Antillas, una posición de la que ha dado disímiles muestras sin reservas de ningún tipo, animó a todos los cubanos a ser consecuentes con lo que piensan a los efectos de que prevalezca la verdad y de que aquellos que acostumbran a mentir no queden impunes.


Este hombre compartió en su perfil de Facebook un texto que contiene varias reflexiones y que se erige como un llamado a los antillanos sobre la necesidad de adoptar conductas basadas en la honestidad y la justicia y de inculcar estos valores a sus hijos, recalcando que tanto los integrantes del sistema judicial como los militares, los emprendedores del sector privado y los que profesan el cristianismo, deben elegir este nuevo modo de actuar y aportar así su granito de arena en la generación de un cambio radical y efectivo en el país.

En el inicio de su publicación hizo énfasis en la importancia de meditar antes de realizar cualquier acto, alegando: «Tuve una vez un profesor que solía decirnos: ‘Antes de hacer un examen, primero paren, piensen, y luego respondan’. Creo que es una actitud sabia, pero no solo ante un examen, sino ante cualquier respuesta que debamos dar a la vida, porque nuestras respuestas construyen nuestra vida».

Asimismo, afirmó: «Muchos dentro de la isla deseamos un cambio del sistema político y social en el que vivimos, pero ese cambio depende, en parte, de nuestras respuestas, de lo que hagamos, y por eso necesitamos pensar antes de actuar.»

También insistió en que uno de los factores de mayor peso en el logro de ese fin es precisamente que las personas expongan con sinceridad sus criterios. Al respecto puntualizó: «Si en vez de ocultar o enmascarar la verdad de lo que vivimos decidimos ser claros y hablar abiertamente, generaremos un ambiente de honestidad ciudadana, impediremos la impunidad de los que mienten y estaremos todos mejor».

Además, instó a los cubanos a no ser hipócritas y a manifestar con hechos lo que sienten, sin dejarse amedrentar por las posibles consecuencias negativas que ello pudiese ocasionar. En tal sentido comentó: «Pensar que, si no damos respuestas cómplices, si no asistimos a las manifestaciones de reafirmación revolucionaria, ni a las marchas combativas, ni a todas la reuniones de respuestas predeterminadas y, por el contrario, decidimos quedarnos en casa, desafiando las amenazas de la escuela o del centro de trabajo, estaremos manifestando nuestra voluntad desde el silencio, y estaremos todos mejor».


En cuanto a lo imprescindible que resulta educar a los hijos bajo la premisa de ser fieles a sus pensamientos, de optar siempre por hacer el bien y de luchar contra la injusticia, expresó: «Pensar que si enseñamos a nuestros hijos a expresarse desde la verdad de lo que sienten y a defender todo lo que es bueno, noble y justo, estaremos creando las generaciones capaces de sanear décadas de doblez y falsedad, y estaremos todos mejor».

Incluso se dirigió a quienes forman parte del sistema judicial y les recomendó no apartarse nunca de su deber de velar por los derechos de los ciudadanos, manifestando: «Si perteneces al sistema judicial y eres capaz de defender al inocente y de no condenar al que es procesado por ejercer sus derechos, estarás ayudando a sanear el sistema de justicia y a recuperar el estado de derecho que protege al ciudadano común, incluido tú mismo, y estaremos todos mejor.»

A los emprendedores de la isla les envió el siguiente mensaje: «Si tienes un negocio privado y te va bien, y aún a riesgo de ‘tener problemas’ te pones de parte del pobre que reclama sus derechos, y no te haces de la ‘vista gorda’ ante la injusticia y la mentira, estarás ayudando a construir una sociedad capaz de protegerse y protegerte, y estaremos todos mejor».

En relación a los militares, resaltó que en lugar de oprimir a aquellas personas que con gran valentía exigen la transición a un sistema democrático, donde el bienestar del pueblo sea la prioridad, deberían fomentar la libertad de expresión y proteger sus derechos.

Igualmente invitó a los cristianos a reflexionar, señalando: «Si crees en Jesucristo y quieres ser fiel a su Evangelio, no puedes reducir tu fe a la oración y a la caridad, sino que también, desde donde estés, es función tuya defender la verdad y luchar por la justicia, y así todos estaremos mejor».

Por último, explicó: «Un cambio no viene solo, ni puede dejarse al simple tiempo, sino que va ocurriendo cuando nos ayudamos entre todos, y construimos juntos nuestro sueño, el sueño de un país de libertad, justicia, verdad y prosperidad que permita a todos poder estar mejor».


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