Luego de algunos días ha salido a la luz un vídeo en redes sociales, donde se ve el acto de repudio que le hicieron a la periodista independiente Yoani Sánchez en un colegio electoral del municipio Plaza de la Revolución, el periodista Mario J. Pentón lo dio a conocer en la red social Facebook, y criticó la «impunidad de la que gozan los agentes de la policía secreta en Cuba» y de sus adeptos que controlan diversas cuentas en Twitter, donde originalmente publicaron el fragmento de audiovisual presentándolo como una hazaña.
Una usuaria identificada como Sandra Herrera en Twitter divulgó el vídeo en las redes, y calificó a Sánchez como «mercenaria».
https://twitter.com/SandraHerreraF/status/1100774585295953922
«La mercenaria @yoanisanchez quedó muy mal parada en este Colegio Electoral como supuesta observadora. La pobre, chocó con la transparencia y la calidad de un proceso que no ha dejado de ser democrático 100%», se lee en el perfil de Herrera en Twitter junto al material.
El acto de repudio a Yoani Sánchez recuerda las décadas más oscuras del castrismo, cuando turbas oficialistas protagonizaban los mítines de repudio a quienes decidían irse de la Isla comunista, alentados por el régimen, sin embargo aunque en menor cuantía los mismos no han dejado de darse en Cuba sobre todo contra opositores; este tipo de conductas de odio y discriminación por pensar distinto, han sido fomentadas durante años por el Gobierno cubano y actualmente el artículo 4 de la nueva Constitución aprobada las acoge.
«Qué pena. No es un acto de repudio, es una cobardía en masa, es discriminación absoluta»; «La chusma no está acostumbrada a elecciones libres y mucho menos a observadores internacionales. EL PARTIDO ÚNICO …»; «¡Qué chusmería! No cambian»; «Estoy casi seguro que muchos de los que votaron por el Si son los que se las pasan pidiendo prebendas a los familiares residentes en terceros países capitalistas, incluyendo los EEUU», fueron algunas de las reacciones de los cubanos que reprodujeron el vídeo en redes sociales.
La misma Yoani Sánchez en una crónica que escribió el pasado domingo 24 de febrero reveló haberse sentido «acosada», «amenazada» y «no respetada» en su derecho de presenciar el escrutinio.