Salvavidas que se encontraba fuera de servicio rescata a 9 personas de una corriente de resaca, 7 de ellos de una misma familia en Florida

Un grupo de bañistas que se encontraban disfrutando de un día normal el sábado pasado en una playa de florida tuvieron un mal momento después de que los arrastrase una corriente de resaca mar adentro. Lo que nunca imaginaron en ese tenso y peligroso momento es que llegaría una persona y los pondría a todos a resguardo.

El incidente ocurrió en Lido Beach, Sarasota cuando después de un hermoso día soleado y calma en las olas se aproximó una tormenta que originó corrientes de resaca y se llevó a 9 personas, 7 de ellas de una misma familia, hacia lo hondo quedando indefensas para poder salir a la orilla, según refiere un reporte de Fox 13 de Tampa.

Para suerte de los nadadores la alerta de rescate acuático se trasmitió a través de una aplicación móvil y un salvavidas del Departamento de Bomberos del condado de Sarasota que estaba fuera de servicio en ese momento se dispuso a apoyar y rescatar a las víctimas de aquel incidente. Mariano Martínez, salvavidas veterano con más de 15 años de experiencia en la actividad en su natal Argentina y seis en Sarasota no dudó en prestar su ayuda.

«Escuché en la transmisión que dos personas estaban en peligro», dijo a la prensa alegando además que esa profesión es su pasión y que en todo momento lleva un equipo de rescate para el momento que se presenten este tipo de situaciones. «Siempre tengo mis cosas de rescate, donde quiera que esté, en mi auto», señaló el héroe.

Explica Martínez que cogió un tubo de rescate y un bodyboards y nadó a una distancia de 200 metros de la orilla para salvar al conjunto de nadadores que suplicaban por su vida. En pocos segundos llegó a la ubicación de las personas y se percató que dos de ellas estaban intentando salvar al resto, pero sus intentos eran infructíferos por el mal tiempo, así que tendría que salvarlos a todos.

Refiere el Departamento de Bomberos que Mariano logró asegurar a uno de los nadadores con el tubo de rescate y llevó a otros dos hacia la orilla, para así continuar llevando al resto a tierra firme empleando la bodyboards. «Solo una persona era buena nadadora y podía regresar sola», aclaró el salvavidas.

Al decir de Martínez el evaluar la situación y tomar decisiones eficaces y a la vez oportunas fue imprescindible en el éxito del rescate. «Hay que pensar rápido y tomar decisiones», argumentó con firmeza.

Los equipos de SCFD evaluaron el estado de salud de seis de las personas que rescató el salvavidas, mientras que otro lo atendieron le dieron de alta en el mismo lugar por no presentar daños. Sin dudas una acción merecedora de aplausos para el hombre que no tenía cómo explicar su propia heroicidad.

«No puedo explicar la sensación. No puedes explicar cuando estás observando a una persona y su vida está en tus manos», añadió exaltado Mariano quien plantea que nunca borrará de su memoria ese día.

El jefe de la División de Salvavidas, Rick Hinkson, aseguró que durante la semana no se reportaron corrientes de resaca en esa zona, hasta ese momento. «No tuvimos ningún oleaje fuerte realmente importante antes de esto, en el transcurso de la semana, pero tuvimos una línea de borrasca realmente desagradable que sopló aquí alrededor de las 5 en punto del sábado, y ese viento saliente simplemente crea esas corrientes de resaca, y no simplemente desaparecen», detalló Hinkson.

Así mismo Hinkson agradeció que el compañero fuera de servicio estuviera cerca de la zona para brindar su valiosa ayuda a la comunidad. «Cuando vio lo que estaba pasando, realmente tuvo que pensar rápidamente en evaluar a los pacientes, determinar quién debía ir primero y, lo más importante, decirles que mantuvieran la calma», enfatizó Rick sobre su compañero.

El Departamento de Bomberos del condado recordó que las personas tienen que tomar medidas ante estas situaciones y conocer cómo actuar ante las corrientes. Los conocedores del tema recomiendan mantener la calma para no seguir siendo arrastrados y lograr flotar. Tampoco aconsejan nadar en contra de la corriente sino en paralelo y luego hacia la orilla, en caso de no lograrlo mantenerse flotando y gritar pidiendo auxilio o agitando los brazos para que los salvavidas le ayuden.