Este miĆ©rcoles, Sandro Castro, el nieto del fallecido dictador Fidel Castro, publicĆ³ una foto en su perfil de Instagram, que ha generado mucha ira entre los internautas cubanos.
En la imagen, se observa a Sandro en la lujosa finca Ā«El PatrĆ³nĀ», sentado en un cĆ³modo sofĆ” de una terraza, bebiendo cerveza. Muchos usuarios seƱalaron que tanto su ropa, sus zapatos y su telĆ©fono mĆ³vil como el mueble en cuestiĆ³n, estĆ”n valorados en cientos de dĆ³lares, por lo que su adquisiciĆ³n por parte de las familias cubanas es casi imposible.
Una de las usuarias que reaccionĆ³ a la publicaciĆ³n expresĆ³: Ā«Me gustarĆa ver una foto tuya en algĆŗn barrio marginal de La Habana llevando comida a alguno de esos niƱos con tanta hambre y miseria que la mayorĆa de las veces no tienen que comerĀ».
Este joven forma parte de un grupo privilegiado de empresarios vinculado directamente con la cĆŗpula dirigente, que se ha enriquecido durante aƱos mientras el pueblo enfrenta la mĆ”s severa crisis econĆ³mica desde el PerĆodo Especial acaecido en la dĆ©cada de 1990. Al igual que en otras ocasiones, la apariciĆ³n en redes sociales del descendiente de Fidel Castro ha originado profundos debates permeados de crĆticas a su comportamiento ostentoso.
Una internauta, identificada como Karina Bonome, manifestĆ³: Ā«ĀæQue se siente ser el nieto de un hombre que acabĆ³ con la vida de un pueblo?Ā».
Recientemente, el gobierno cubano ha calificado a la economĆa del paĆs como una Ā«economĆa de guerraĀ» y ha optado por implementar nuevas medidas para intentar dejar atrĆ”s la caĆ³tica situaciĆ³n imperante, cuyas nefastas consecuencias superan las del mentado PerĆodo Especial. Estas medidas incluyen el establecimiento de precios Ćŗnicos, recorte de presupuestos y aplicaciĆ³n de regulaciones dirigidas a subsanar distorsiones y a fortalecer la economĆa, de acuerdo a las declaraciones ofrecidas por la viceministra de EconomĆa, Mildrey Granadillo de la Torre.
Lo cierto es que Sandro Castro se ha convertido en una figura en extremo polĆ©mica en las redes sociales, particularmente en medio del desarrollo de la pandemia de COVID-19. Durante esta etapa fue blanco de disĆmiles denuncias ciudadanas por infringir las medidas sanitarias impuestas para frenar la propagaciĆ³n de esta enfermedad y por mostrar su soberbio estilo de vida. De hecho, en marzo de 2020 el Ministerio de Cultura anunciĆ³ la suspensiĆ³n de actividades pĆŗblicas y de celebraciones en Casas de la MĆŗsica y establecimientos nocturnos. No obstante, una vez mĆ”s el joven hizo caso omiso a las regulaciones, manteniendo en pleno funcionamiento su bar, situado en 23 y F, en el reparto Vedado, La Habana, el cual cerrĆ³ finalmente tiempo despuĆ©s.