Mientras la economía cubana cada día va cayendo por el precipicio debido a la dictadura que hace más de 65 años ha destruido un pueblo entero llevándolo a la miseria extrema Sandro Castro vuelve a aparecer en redes sociales exhibiéndose como uno de los privilegiados. Desde su cuenta n Instagram el muchacho volvió a llamar la atención de los cubanos al mostrar su gusto por los productos del mar.
En una de sus historias colgó una foto fumando un excelente puro cubano desde el restaurante «Santy Pescador» ubicado al oeste de La Habana en calle 240A entre 3raC y Río Jaimanitas, municipio de Playa donde los exorbitantes precios no están al alcance de la mayoría de las familias cubanas y solo pocos como él y la cúpula tienen la posibilidad de visitar.
Al parecer el nieto del dictador cubano Fidel Castro decidió darse una salidita de noche para probar los deliciosos productos que allí se ofertan y que de acuerdo al sitio Guía Excelencias Cuba se sirven con una buena imagen y frescura. “Es uno de los pocos lugares donde puede disfrutarse de los selectos frutos del mar caracterizados por la frescura y la peculiaridad de ser pescados por el dueño del local temprano cada mañana», señala el sitio.
Dentro de los platos que allí ofrecen se encuentran el pulpo, los camarones, el cobo, la langosta, almeja y los langostinos de la mano de excelentes cocineros que derrochan talento en lo que hacen, de ahí que los precios promedios en el año 2023 fueran de 2.000 CUP por cada plato, lo que sin duda deben estar mucho más elevado en la actualidad con la gran inflación y el encarecimiento de todos los productos. Hace un año atrás solamente un entrante de cobo podía costar 1.500 pesos y un plato mixto de mariscos 6.500 pesos.
Hace varios años atrás el jefe de visados de la Embajada de España en la capital cubana, Ángeles de Toro se refirió al servicio de este establecimiento como uno de los mejores de La Habana. “Tal vez el restaurante no sea el mejor de La Habana, ni el que mejores precios ofrece, 25-30 CUC por persona (sin vino), ni el que mejor infraestructura tenga. Pero a mí me gusta y por ello no dejaré de recomendarlo”, dijo el diplomático ibérico.
Según Leo, propietario del negocio que heredó de su padre Santiago Álvarez el producto sale del mar a la mesa del cliente garantizando la calidad del mismo. “Del mar a la mesa… Cada madrugada salimos al mar a pescar, por tradición y porque así garantizamos que de nuestras cocinas salga lo mejor”, dijo el dueño a Excelencias Gourmet. Por eso no es de extrañar que Sandro visite este lugar que, aunque no tiene mucho lujo y más bien sea rústico el lugar se caracteriza por tener un buen menú extraído directamente del mar.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Castro revuelve las redes al mostrar los lugares que visita en tanto las madres cubanas hacen peripecias para ver que pueden comer sus hijos o que desayunar antes de irse a la escuela. En julio pasado visitó la finca «El Patrón» bastante concurrida por personalidades de alta alcurnia donde se le ve sentado en un sofá tomando cerveza. Los internautas en aquel momento comentaron que tanto el sofá donde se sentaba como las prendas de vestir y su teléfono IPhone estaban valorados en cientos de dólares.
En el ciberespacio la indignación fue tal que en el apartado de los comentarios se podían leer mensajes denunciando su conducta especuladora. “Me gustaría ver una foto tuya en algún barrio marginal de La Habana llevándole comida a alguno de esos niños con tanta hambre y miseria que la mayoría de las veces no tienen qué comer…”. «Abajo los Castro». «Abajo el comunismo». «Y el bloqueo? No que Cuba es un país donde todos íbamos hacer igual de pobres». «Que buena vida la tuya…no se cómo no te da vergüenza publicar tanta mediocridad, siempre ostentando, en discotecas bares caros», entre otros.
Una vez más su aparición en redes sociales mostrando su comportamiento ostentoso ha generado críticas en diferentes ocasiones. Una de las más polémicas fue durante la pandemia de COVID-19 en la que apareció según él «sacando a pasear el juguetico», un auto Mercedes Benz, violando así las medidas sanitarias impuestas para frenar la propagación de la enfermedad en la isla.