El nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca esta vez puso en aprieto a los medios de prensa quienes no sabían si publicaban textualmente lo dicho por el funcionario o lo dejaban en un paréntesis imaginario.
The New Yorker publicó en su totalidad lo que dijo Scaramucci en una llamada al periodista de ese medio Ryan Lizza, incluidas palabrotas y referencias anatómicas.
Siendo vulgar casi podía afirmar que Priebus había filtrado información sobre sus finanzas y que Bannon estaba más pendiente de promover sus intereses personales que los del presidente.
Luego de analizar el comportamiento del nuevo integrante del gobierno de Trump, los medios llegaron a la conclusión que era necesario hacer público el lenguaje que había usado. Utilizando exactamente las palabrotas y omitiendo la descripción gráfica.
Las normas de la AP prohíben el uso de obscenidades, expresiones racistas y otras manifestaciones ofensivas “a menos que sean parte de una cita directa y que haya fuertes razones para emplearlas”.
Llamando al jefe de Gabinete “jodido paranoico esquizofrénico” y contra el estratega jefe, Bannon: “Yo no intento mamármela como él”, muestra de su mal vocabulario.