Fumar marihuana por placer ya es legal en todos los estados de la costa oeste después de que este domingo entraran en vigor en California y Nevada las medidas aprobadas por los votantes la noche electoral del 8 de noviembre, informó el Nuevo Herald.
A partir de este domingo, tanto en California como en Nevada, cualquier persona de 21 años o mayor puede poseer legalmente hasta una onza (28.3 gramos) de marihuana, fumarla en su casa o en espacios privados, compartirla con otras personas y cultivar hasta un total de seis plantas.
Fumar en espacios públicos sigue estando prohibido y, aunque la compraventa de cannabis en teoría es legal, en la práctica no estará permitida hasta que los legisladores estatales de Nevada y California desarrollen una serie de reglas destinadas a poner límites al rentable negocio del cannabis.
Con la entrada en vigor de todos los puntos de las medidas aprobadas en California y Nevada el 8 de noviembre, la costa oeste se convierte en la región más extensa de Estados Unidos en donde la marihuana es legal y sigue unas leyes similares a las que rigen la venta de alcohol.
Los primeros estados en legalizar en 2012 el consumo recreativo del cannabis fueron Colorado y Washington, a los que en noviembre de 2014 se unieron Oregón, Alaska y el Distrito de Columbia, donde se halla la capital federal y donde solo es legal la posesión de la marihuana, pero no su venta.
El pasado 8 de noviembre, coincidiendo con la elección de Donald Trump como nuevo presidente, los votantes también aprobaron el consumo recreativo del cannabis en Maine y Massachusetts.
Aunque el consumo recreativo de la marihuana sigue provocando un gran debate a nivel nacional, el uso medicinal está mucho más aceptado y ya es legal en 38 de los 50 estados del país.
Los últimos estados en aprobar el uso medicinal de esta droga fueron Arkansas, Florida, Montana y Dakota del Norte, que el 8 de noviembre votaron a favor de una serie de medidas ciudadanas que han ido entrando en vigor de manera progresiva bajo la supervisión del Departamento de Salud.
En una entrevista con la revista New Yorker publicada en enero de 2014, Obama reconoció haber fumado marihuana de joven y dijo: “No creo que (fumar marihuana) sea más peligroso que el alcohol”.
Esa posición de tolerancia podría cambiar con Donald Trump, quien será oficialmente el presidente el 20 de enero y ha prometido aplicar una política de mano dura contra las drogas, aunque también ha defendido en varias ocasiones el derecho de los estados a determinar sus propias reglas del juego.
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