El entrenador más grande que ha tenido el judo cubano y también uno de los mejores a nivel internacional anuncio su retiro después de 30 años como entrenador de la selección nacional, con 24 medallas en Juegos Olímpicos y más de medio centenar en campeonatos del mundo.
Ronaldo Veitia anuncio su retiro desde su cuenta de Facebook (@ronaldo.veitia.1).
Cierre de una etapa feliz e histórica
He visto con mucho agrado los comentarios que han suscitado el escrito sobre mi retiro de Antonhy Diao, un gran periodista de la excelente revista francesa especializada en nuestro deporte, “L’esprit du Judo”.
Quiero agradecerles a todos por su seguimiento en mi trabajo, pues esto me enorgullece. Quisiera que no tengan preocupación, pues sé que es ocupación brindarme los bellos, expresivos y sinceros mensajes que he tenido el gusto de leer.
Esta es la culminación de una etapa, no es el fin de la vida, aunque decidí no llegar a la próxima Olimpiada, que hubiese sido la Séptima, debemos recordar que lo primero es lo primero y esta decisión no fue apresurada. Lo analizamos mi familia y yo y decidimos que ellos me necesitan a su lado y yo también, pues ellos me son indispensables. Ante todo debo preservar mi salud, para durar más de los que nuestros enemigos quisieran y qué mejor que con ellos. Hay una bella frase qué reza: el secreto de una vida feliz es vivirla plenamente rodeado de las personas más queridas y son las que te aman verdaderamente. Eso gracias a Dios lo poseo y si he sido capaz de enfrentar batallas que han armado contra mí, es porque poseo una gran familia que son la fuente de inspiración de toda mi vida y además salir airoso y más fortalecido en las muchísimas batallas que he vencido.
Hay un pensamiento que tenemos en nuestro libro de reflexiones que dentro de poco saldrá publicado y que es la siguiente: estos muchos años dedicados a la pedagogía, ha ido en crecimiento, en espiral constante y ha pasado por mí en 53 años de labor, de ellos 30 en la Selección Nacional de Cuba, en su dirección y al comando de varias generaciones. Esta pedagogía enraizada y fuerte, ha tenido que enfrentarse a la demagogia de aquellos que prometen y no otorgan, ni tan siquiera el respeto de los que han comprometido la vida por esta obra.
Pero bueno, al fin y al cabo, pobres de ellos. Nunca a un crítico, ni a un demagogo le han levantado estatuas o monumentos, pero sí se han realizado muchas de estas obras al trabajo y a los hombres que la han realizado.
Tengo el mayor placer de terminar ganando, cuando algunos no alcanzaban medallas. Idalis me regaló mi medalla mundial senior número 57, ella me dio también el oro que nos otorgó la supremacía por equipos en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, ganando por séptima ocasión consecutiva este evento, desde la Habana en 1991 hasta este Toronto en 2015.
Esta atleta, Idalis, posee una calidad extraordinaria, pero ya no me refiero solo a lo que todos conocen y es evidente que son sus hazañas deportivas, sino al infinito valor que posee como persona, pues como dice un buen pensamiento del libro El principito, un clásico de la literatura universal: lo esencial es invisible a los ojos.
Cuando conversé con ella, que no podía ir por cuestiones de salud hasta la Olimpiada lloró, pero me entendió, pues al igual que mi familia, ha tenido una comprensión increíble hacia mi persona y ella como mi gente que me amán saben bien del porqué.
Sin embrago, aquellos que solamente me exigían y nunca velaron por mi salud, que ni tan siquiera me preguntaban cómo había salido de la consulta médica, no merecen absolutamente nada.
Pero, por qué esperar que alguien qué es un demagogo te pregunte con la hipocresía que emana de su mala fe, si posees gracias a Dios los mayores valores, deseos y buena vibra de los que te aman, esos son los que valen, los otros apestan hasta en la basura y ni allí los quieren.
Puedo decir sin falsa modestia, que no importa dónde algunos estén hoy, que donde yo he llegado de pie, otros ni de rodillas llegarán. Y no debemos olvidar jamás la historia realizada, pues se corre el riesgo de dejar huérfano al futuro.
Mucho me queda por hacer, pero dándole primer plano a cuidarme mi salud. En estos momentos tenemos 3 libros escritos y en edición que en breve deben salir a la luz. Uno de ellos se titula: Estela Rodríguez, el ébano cubano del judo femenino y que fue la 1º Campeona Mundial del judo cubano. Es para mí una realización personal y un orgullo profesional que cuando tomé las riendas de la Selección Nacional no poseían ni una medalla mundial. En este momento es conocida por todos la historia del judo femenino cubano, que como se debe hacer la misma es escribirse para que no se olvide y por eso está también en su recta final mi autobiografía: Ronaldo Veitía Valdivié, Ippón de historias. En la misma muchas cosas se escribirán, que siempre dije antes de entregarlo en edición que mi biografía no es un cuento de hadas, es la realidad cierta de lo que se ha vivido y hemos tenido que enfrentar y llegar al final cerrando una etapa, te brinda mayor experiencia y mayor conocimiento, mejor forma de ver y entender la vida y de terminar como uno lo desea: ¡A mi manera¡ Teniendo lo más importante, el respeto y el cariño de muchas personas y a mi pueblo fiel. A todos les quiero agradecer con todo mi corazón que vibra y se carga por ustedes y solamente he trabajado con mucho ahínco por nuestra patria y por los que admiran este judo femenino y han seguido sus pasos victoriosos en estos 30 años de dirección.
Ahora me toca descansar un poco, disfrutar la vida e ir a por nuevas metas, una de ellas con mis amigos, la Dra. Evelina Almenares, con 2 doctorados en su haber y el Doctor en Psicología Juan A. Martínez, que trabajaron junto a nuestro equipo durante años con grandes resultados. Ellos serán los monitores de mi tesis de Doctorado, que ellos me han propuesto y convencido a seguir, pues aunque jubilado no retirado de seguir produciendo en mi labor de aportar más.
Muchos han querido entrar por las puertas que he abierto en todos estos años, donde muchos amigos me han brindado su apoyo y esto me recuerda la fábula del águila: cuando esta llegó a la cima después de mucho esfuerzo para ver bellos paisajes, encuentra a la serpiente a sus pies. El águila le pregunta: ¿ Y tú qué haces acá, que yo siendo el rey de las aves me cuesta trabajo llegar a la cumbre? Y la serpiente respondió: arrastrándome.
Hemos sido guerreros con la coraza siempre puesta, samurai que no corta con su espada, siempre ha cortado con su espíritu, águila que hemos volado alto y con hidalguía y con una obra entregándole el corazón a la misma.
Les doy un E.P.D. a las serpientes que nunca pudieron con el águila que las derrotó, no hay nada más sublime que vencer al enemigo más odiado, pues ¿Qué sería de Dios sin el diablo?
A mis queridos seguidores, a mi pueblo que le he sido siempre fiel, seguiremos en contacto y podrán tener en sus manos los libros estando siempre en comunicación conmigo y como se dice en lengua abakuá: ¡¡YAYO MINIMIÑOGO!!.
Que Dios me los bendiga y gracias por su apoyo, preocupación y ocupación por mí.
Y parafraseando a la cantante chilena Violeta Parra me despido con estas notas suyas:¡¡¡Gracias a la vida que me ha dado tanto¡¡
El Veiti
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