El senador demĆ³crata, Bob MenĆ©ndez miembro de alto rango del ComitĆ© de Relaciones Exteriores del Senado, hizo una peticiĆ³n al Presidente Obama de Ā«tomar medidas inmediatas y decisivasĀ» para frenar los Ā«abusos graves de los derechos humanosĀ» en la isla.
El disidente cubano FariƱas se encuentra actualmente en huelga de hambre, por lo que el senador estadounidense ha mostrado su solidaridad.
El opositor cubano, quien ganarĆ” el Premio Andrei Sajarov del Parlamento Europeo en 2010 por la defensa de los derechos humanos, y la medalla Truman-Reagan de la Libertad de la FundaciĆ³n VĆctimas del Comunismo Memorial en 2015, ha comenzado la huelga despuĆ©s de haber sido golpeado severamente y torturado durante horas por agentes comunistas del rĆ©gimen de Castro al solicitar informaciĆ³n sobre el estado de otro disidente en custodia.
El senador MenƩndez hizo las siguientes declaraciones al respecto:
Ā«En el primer aniversario de la reanudaciĆ³n de las relaciones diplomĆ”ticas con el rĆ©gimen cubano de la administraciĆ³n Obama, Guillermo ‘Coco’ FariƱas ha comenzado su huelga de hambre en protesta por el empeoramiento de la situaciĆ³n de los derechos humanos en ese paĆs, una situaciĆ³n tan mala que FariƱas ha declarado su voluntad de morir sĆ³lo para llamar la atenciĆ³n sobre el abuso y la explotaciĆ³n.
Esta es la historia no contada de esfuerzos equivocados de la administraciĆ³n en relaciĆ³n con Cuba. En lugar de defender los derechos humanos, la administraciĆ³n estĆ” fijando la vela de los barcos de crucero, autoriza a los vuelos comerciales, y la promociĆ³n de los intereses comerciales y de negocios, todo lo que fortalece la mano de los Castro, la misma mano que abusa y explota al pueblo cubano.
La administraciĆ³n de Obama debe tomar medidas inmediatas y decisivas, utilizando las pocas palancas restantes que no haya regalado al rĆ©gimen para obtener la liberaciĆ³n de FariƱas, la liberaciĆ³n de otros disidentes pacĆficos, y para poner fin a la brutalidad con la que los Castro oprimen la isla.
Para empezar, utilice los canales de la diplomacia de la administraciĆ³n que afirma haber abierto con los Castro, debe buscar la condena internacional de los Castro y su maquinaria tirĆ”nica por parte de la OEA y las Naciones Unidas, retener las licencias del Tesoro con que los intereses comerciales norteamericanos estĆ”n empezando a involucrarse con la economĆa dirigida, controlada por Castro, y restaurar una polĆtica exterior de principios con respecto a Cuba. Los abusos graves de los derechos humanos no deben ser tolerados, y no deben ser pasados por alto.Ā»
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