Según publica Diario de Cuba, la sala de quimioterapia ambulatoria del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), en La Habana, suspendió el tratamiento a a pacientes seropositivos del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí que padecen cáncer.
«Nadie te va a decir nada, ni siquiera de anónimo. Hay que sentir en carne propia cuando eres apartado por ser sidoso y gay, y para colmo tener cáncer y no ser habanero. Son muchas cosas juntas», dijo uno de los seropositivos, quien prefirió el anonimato.
Por su parte, Omara Isabel Ruiz, quien desde hace cuatro años compartía sala con esos enfermos, señaló que son más de 30 afectados que ya no reciben sus terapias desde al menos el 1ro de noviembre.
«Sí sabíamos que ya a partir de noviembre en el Oncológico no iban a darnos más quimioterapia», pero «nadie explicó nada», dijo la fuente que prefirió no ser revelada.
«Cuando se corrió un rumor de que periodistas andaban preguntando, un funcionario del IPK nos dijo que se iba a reanudar nuestra quimioterapia, que la interrupción no nos iba a afectar la salud, que la Revolución no deja morir a nadie, y que evitáramos hablar con gente que malinterpretaría la situación», relató.
El reportero se comunicó vía telefónica con el INOR y conversó con un funcionario que no quiso identificarse pero sí aseguró que «la Revolución no deja abandonado a ningún enfermo».
«Mira, no queremos estar en medio del fuego… lo cierto es que el IPK no tiene las condiciones para dar la quimio y el Oncológico, no sé por qué, no puede seguir dándonos ese servicio. Al menos yo, hasta ahora, no tengo síntomas de empeoramiento, pero sí tengo miedo a que se tarde mucho la solución y sea fatal para mí», dijo el enfermo, por su parte.