El presidente Donald Trump tuvo que ser llevado a un búnker secreto durante las protestas fuera de la Casa Blanca.
Trump pasó casi una hora en el búnker el pasado viernes, que fue diseñado para su uso en emergencias como ataques terroristas reveló la agencia AP.
La decisión abrupta de los agentes subrayó el estado de ánimo agitado dentro de la Casa Blanca, donde los cantos de los manifestantes en el Parque Lafayette se podían escuchar todo el fin de semana y los agentes del Servicio Secreto y los agentes de la ley lucharon por contener a las multitudes.
Agentes del Servicio Secreto uniformados se enfrentaron a los manifestantes en las afueras de la Casa Blanca y no de ellos resultó herido.
El presidente Trump en un Tweet elogió el trabajo del Servicio Secreto.
El domingo, Trump retuiteó un mensaje de un comentarista conservador que alienta a las autoridades a responder con mayor fuerza ante los actos vandalicos.
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