De acuerdo al periódico oficial Guerrillero siete ciudadanos fueron sancionados por el Tribunal Municipal Popular de Pinar del Río, “por comisión de delitos en punto de venta de materiales de la construcción, específicamente el acaparamiento y la reventa de cemento y barras de acero, entre otros recursos”.
Tres de los individuos recibieron pena de un año de privación de libertad, y cuatro fueron condenados a diez meses de igual condición, apuntó el medio estatal.
En los registros domiciliares realizados a los involucrados se ocuparon 69 facturas, 1.697 sacos de cemento, 175 tiras de acero, 120 bloques, 11 lámparas led, 11 bombillas y un metro de gravilla, dijeron las autoridades.
Serán llevados a los tribunales otros ciudadanos detenidos por la PNR (Policía Nacional Revolucionaria).
Otro grupo de ciudadanos fueron advertidos, por frecuentar los rastros, y estar propensos a la compra y reventa ilícita de materiales de la construcción, señaló el periódico local.
La prensa estatal cubana califica a los condenados de “inescrupulosos y oportunistas que lucran con las necesidades ajenas”.
La escasez de materiales para construir o remodelar viviendas, es una constante en Cuba; en los establecimientos estatales, además de encarecidos para los bolsillos de los nacionales, suele escasear desde lo más ínfimo hasta lo más sofisticado.
Luego de que el huracán Irma azotara Cuba en septiembre pasado, los damnificados se quejaron de que el régimen de la Isla vendía en las tiendas recaudadoras de divisas, los productos que no se encuentran en los establecimientos destinados a suministrar a la población artículos para estas necesidades.
(Con información de Diario de Cuba)