Varios meteorólogos estadounidenses entre ellos los de Florida están monitoreando la formación y desarrollo de una onda tropical que se mueve desde el Atlántico hacia la Florida según los pronósticos preliminares de este inicio de semana y pudiera convertirse si se transforma en una depresión tropical.
De acuerdo a los expertos el sistema mantiene un rumbo sin mucha algarabía hacia las islas orientales del Caribe y debe subir más al norte en los próximos días. Por el momento el sistema que se traslada a unos 10.000 pies de altura carece de precipitaciones por lo que por ahora no es alarmante. Sin embargo, para el fin de semana cuando se acerque a las Bahamas llevará fuertes rondas de tormentas eléctricas y presuntamente días después al sur de Florida.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos considera que el sistema en los siete días venideros cuenta con un 60% de desarrollarse, pero entre mañana y pasado las predicciones marcan cero porcentajes de progreso. En caso de convertirse en una tormenta tropical correspondería llamarse Debby, pero aún es muy temprano para definirlo.
Hasta el momento no hay una definición de cuál será el camino que tome el evento meteorológico y los impactos que tendrá esta semana, sino hasta el viernes que debe estar en las inmediaciones de Bahamas que se vuelve más probable el desarrollo y puede definirse con más precisión si atravesará el estado del sol. Lo que si se conoce es que la elevada presión que existe en el Atlántico central contribuirá a que se desplace rumbo oeste-noroeste.
En tanto los modelos continúan mostrando una leve cizalladura del viento del sur cerca de un sistema de alta presión que se encuentra al este de la onda tropical, lo cual puede significar un obstáculo para el progreso futuro del sistema a pesar de las cálidas aguas que por este tiempo existen en el Océano Atlántico, típico de la temporada de huracanes.
Para finales de la semana una caída de la corriente en chorro que se adentra en el centro del país contribuirá a que el sistema se dirija al norte alrededor de las costas del este. La buena noticia es que un sistema fuerte y organizado sentiría el tirón de los vientos de la corriente y puede favorecer un giro más hacia el este.
De existir un sistema más débil quizás ayudaría a que se desplazara más al oeste y por ende afectar el sur del estado del sol y adentrarse en el Golfo de México. Hasta que no esté consolidado el sistema con un centro definido no habrá claridad en cuanto se acercará a la Florida.