Ayer miércoles un juez federal de Fort Lauderdale condenó a 30 años de prisión al exempleado de Royal Caribbean Cruise line que se dedicó cierto tiempo a colocar cámaras de video en los camarotes de un crucero con el objetivo de filmar a adolescentes, mujeres y hasta niños pequeños mientras se bañaban.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló en un comunicado de prensa que Arvin Joseph Mirasol de 34 años y de nacionalidad filipina se había declarado culpable de producir materiales pornográficos varios de ellos de niños.
El hecho salió a la luz en marzo después que una pasajera del crucero Symphony of the Seas que se alojaba en la habitación en compañía de su madre y su hermana declaró que debajo de su fregadero había un dispositivo electrónico instalado. Según la jovencita de 19 años el 26 de febrero se dispuso a buscar un rollo de papel higiénico en ese compartimento de la habitación y detectó una cámara fija en el mismo, por lo que alertó a las autoridades, según se refleja en una declaración jurada que hizo a la oficina del Sheriff de Broward.
La empresa de cruceros automáticamente lo despidió de su plantilla y los cuerpos de seguridad del barco lo pusieron bajo custodia hasta que llegaran a tierra firme. «Tenemos tolerancia cero ante este comportamiento inaceptable. Inmediatamente informamos esto a las autoridades y despedimos al miembro de la tripulación, y continuaremos cooperando plenamente con las autoridades», dice un comunicado de la compañía de cruceros.
Una vez que el barco atracó en Fort Lauderdale fue arrestado por agentes policías del condado de Broward y lo acusaron de algunos cargos estatales.
Tras varios meses de investigación el acusado reconoció en una entrevista que le hicieron los investigadores que él instaló las cámaras en lugares ocultos y que no era la primera vez en hacerlo, sino que desde diciembre de 2023 cuando comenzó a trabajar en el buque inició sus malintencionadas acciones.
Los agentes decomisaron todos los equipos que formaban parte de la evidencia y que fueron empleados por el sujeto para grabar a las mujeres y niños, tales como memorias USB, teléfonos, y otros medios que almacenaban videos sexuales y menores de edad desvistiéndose. En la denuncia penal se relata un video en el que se hace referencia a que la niña que aparecía tenía alrededor de 10 años de edad, la cual se desnudaba y luego se daba una ducha, material en el cual se puede distinguir claramente sus partes íntimas.
En uno de los videos se muestra al propio Mirasol instalando una de las cámaras ocultas. También se le ocupó una carpeta con imágenes del proceso de instalación de los dispositivos, así como búsquedas en su teléfono celular sobre este tema de instalación, adolescentes en una cama o cómo orinar en baños públicos.
De acuerdo a los documentos de la acusación el sospechoso no podía controlar sus instintos depravados. «Quiero controlarlo, pero no puedo. Si me gusta quién está en esa habitación, la coloco», dice Mirasol cuando le preguntan sobre cómo elige a sus víctimas y agregó que le gustaba mayores de 16 años de edad.
En ocasiones para grabar sus materiales se escondía incluso debajo de las camas de los huéspedes mientras se bañaban, según se recoge en la declaración que hizo a los agentes de la policía. Agrega además en el proceso de interrogatorio que ponía esas cámaras en los baños para grabarse a sí mismo y masturbarse cuando retirase los dispositivos y podría ver los videos.
Las autoridades advirtieron que quien haya sido víctima de algún hecho similar en un crucero incluyendo el abuso sexual y siendo objeto de material de abuso infantil se comunique con el número de información de Investigaciones de Seguridad Nacional 1-866-347-2423.