Tres pastores transexuales viajaron a Cuba para celebrar una misa en Matanzas, según informa Reuters.
Las banderas del arco iris adornaban la capilla, mientras que los pastores, que llegaron desde Brasil, Canadá y Estados Unidos, usaban estolas en tonos de azul claro, rosado y blanco y la congregación se movía a ritmos del Caribe.
El viernes fue la primera vez que un pastor trans celebró una Santa Comunión en Cuba, donde creyentes religiosos y homosexuales fueron enviados a campos de trabajo «correccionales» en los primeros años después de la Revolución.
«Esta noche ha sido una noche de celebración de la igualdad entre todas las personas, marcando una nueva era para Cuba», dijo Alexya Salvador, una pastor brasileña transgénero, nacida como Alexander.
La misa del viernes fue el punto culminante de una conferencia de tres días sobre transexualidad y teología organizada por la filial cubana de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana Internacional, con sede en Matanzas.
«Este no es solo el primer evento de su tipo para Cuba, sino ciertamente uno de los primeros en ser celebrado en cualquier parte del mundo», dijo Allyson Robinson, un reverendo bautista transexual de Washington.
La conferencia ocurrió antes del décimo aniversario, el próximo fin de semana, de la celebración en Cuba del día mundial contra la homofobia, e incluyó a un partido «transformista» así como a una variedad de paneles sobre teología y experiencias personales.
En uno de los paneles, Salvador argumentó que Dios era transgénero, dado que la Santísima Trinidad estaba compuesta por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que ella ve como femenino.
«Me voy con mucho amor y con mucho aprendizaje para dar a las otras trans, específicamente que hay un Dios para todos y todas», dijo una de las participantes, una transgénero cubana de 26 años cuyo nombre es Malu Duardo.
Elaine Saralegui, una pastor lesbiana que fundó la sucursal cubana de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana Internacional hace casi dos años, dijo que esperaba que la conferencia fomentara una mayor inclusión de personas trans y demostrara que ser transgénero y cristiano no es incompatible.
La congregación de Saralegui tiene alrededor de 35 miembros y dijo que le pidieron que celebrara misa en eventos de activistas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en el resto de la Isla.
Cuba está claramente rezagada con el resto de América, pues las parejas del mismo sexo no pueden casarse o adoptar niños y una actualización prometida al Código de la Familia ha tardado en materializarse.
«Todos deben tener derecho a tener una familia», dijo Salvador, quien ha adoptado dos hijos, entre ellos una niña trans. «Creo que este toque de Dios también ocurrirá en la comunidad cubana».
(Con información de Diario de Cuba)
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